Página 192 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
Prestando auxilio a una casa editora más chica
—La exhorta-
ción que sigue, escrita el 20 de noviembre de 1900, se refiere a la
agobiante situación financiera de nuestra obra de las publicaciones
de Cristianía, Noruega. La Junta de Misiones Extranjeras recibió en
1899 la información de que la Casa Editora de Cristianía se había en-
deudado y era incapaz de hacer los pagos, lo que la ponía en peligro
de caer en manos de sus acreedores. Para aliviar esta vergonzosa si-
tuación, sería necesario socorrerla con la suma de 50.000 dólares. La
junta no podía conseguir esta cantidad, y aunque nuestros hermanos
de Noruega continuaron en posesión de la casa editora durante más
de un año después de esto, se había hecho muy poco para prestarles
alivio. Parecía que el edificio finalmente tendría que entregarse a los
acreedores, o bien venderse para reunir los fondos necesarios para
cubrir la deuda. Así se perdería para la obra del Señor la institución
edificada tras años de trabajo y sacrificio. Para impedir que suce-
diera esta enorme calamidad, el Señor habló por medio de su sierva
con las siguientes penetrantes palabras de exhortación, instrucción y
ánimo.
Nuestra casa editora de Noruega corre peligro, y en el nombre
del Señor exhorto a nuestro pueblo a que acuda en su auxilio. A
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todos los que sienten aprecio por la causa de la verdad presente se
les pide que presten ayuda en esta crisis.
Los que aman y sirven a Dios debieran sentir interés más profun-
do en todo lo que se refiere a la gloria de su nombre. ¿Quién podría
soportar que pase a manos de gente mundana para ser usada con
fines puramente mundanos una institución en la que la verdad ha
sido magnificada, donde el Señor ha revelado su presencia con tanta
frecuencia, los mensajeros del Señor han impartido instrucciones, y
la verdad se ha difundido mediante las publicaciones que han hecho
tanto bien? Dios ciertamente sería deshonrado si se permitiera que
esta institución se perdiera por falta de dinero que él ha confiado a
sus mayordomos. Si ocurriera esto, la gente diría que se debió a que
el Señor no había sido capaz de impedirlo.
Estas cosas significan mucho para nuestros hermanos y hermanas
de Escandinavia. Tendrán que soportar una prueba muy difícil si
pierden su casa editora. Realicemos un esfuerzo para impedir que
entren en un estado de depresión y desánimo. Llevemos a cabo un