Página 245 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Componentes del liderazgo de calidad
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Hombres comunes pueden llegar a ser grandes hombres
Los primeros discípulos de Jesús fueron escogidos de entre el pue-
blo común. Estos pescadores de Galilea eran hombres humildes,
sin instrucción, cuyo conocimiento no consistía en el saber y las
costumbres de los rabinos, sino que provenía de la severa disciplina
del trabajo rudo. Eran hombres de capacidad innata y de espíritu
dócil, hombres que podían ser instruidos y formados para hacer la
obra del Salvador. En las vocaciones humildes de la vida hay más de
un trabajador que sigue pacientemente la rutina de sus tareas diarias,
inconsciente de que hay en él facultades latentes que, puestas en
acción, lo colocarían entre los grandes dirigentes del mundo. Así
eran los hombres que el Salvador llamó para que fuesen sus colabo-
radores. Y tuvieron la ventaja de gozar de tres años de educación,
dirigida por el más grande educador que haya tenido el mundo.—
La
Educación, 85
.
Hay que distribuir las responsabilidades del liderazgo
—No
hay que depositar sobre una sola persona responsabilidades dema-
sido grandes. En la dirección de la obra de publicaciones, el Señor
manifestará su poder y gracia por medio de diversas personas en
[285]
todos los sectores de su viña. Empleará personas con experiencia
cristiana que crecen diariamente en la gracia y en el conocimien-
to de la verdad; personas que son capaces porque están unidas a
Cristo.—
Manuscrito 140, 1902
.
El consejo dado a Moisés cuando se encontraba abrumado por
preocupaciones e incertidumbre (
Éxodo 18:17-23
) tiene el más ele-
vado valor para los que en la actualidad ocupan cargos de responsa-
bilidad en la causa de Dios. El consejo dado a Moisés debiera ser
cuidadosamente estudiado por los dirigentes a quienes se les ha con-
fiado la administración de la obra en la viña del Señor.—
Manuscrito
140, 1902
.
Acéptese la idea de que los reglamentos pueden variar
Ninguna persona o conjunto de personas deben disponer de au-
toridad suprema para dar forma y controlar los reglamentos para
los obreros en la totalidad del campo, aun en lo que concierne a la
obra de colportaje; porque cada sector del campo, especialmente
en el campo del sur que ha sido descuidado durante tanto tiempo,
posee sus rasgos peculiares, y debe ser trabajado teniéndolos en
cuenta.—
Manuscrito 140, 1902
.