Página 265 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Búsqueda de colportores evangelistas
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uno solo donde debiera haber cientos. Muchos están cometiendo
un grave error al no poner en acción sus talentos para salvar a sus
semejantes. Cientos de personas debieran dedicarse a llevar la luz
por todas nuestras ciudades, aldeas y pueblos. La mente del público
está inquieta. Dios dice: Enviad la luz a todas partes del campo. Se
propone que los seres humanos sean canales de luz que alumbren a
los que viven en las tinieblas.—
Testimonies for the Church 4:389
.
Medios que Dios usa para exaltar al hombre
—Dios ha da-
do al hombre algo que hacer para que logre la salvación de sus
semejantes. Puede obrar en relación con Cristo haciendo actos de
misericordia y de beneficencia. Pero no puede redimirlos porque
es incapaz de satisfacer las exigencias de la justicia insultada. Esto
lo pudo hacer sólo el Hijo de Dios, poniendo a un lado su honra y
gloria, revistiendo de humanidad su divinidad, y viniendo a la tierra
para humillarse y derramar su sangre en favor de la familia humana.
Al comisionar a sus discípulos para que fuesen “por todo el
mundo” a predicar “el evangelio a toda criatura”, Cristo encomendó
a los hombres la obra de difundir las buenas nuevas. Pero mientras
algunos salen a predicar, invita a otros a que satisfagan sus demandas
en cuanto a los diezmos y ofrendas con que sostener el ministerio
y difundir la verdad en forma impresa por toda la tierra. Tal es el
medio que Dios tiene para exaltar al hombre. Es precisamente la
obra que él necesita, pues conmoverá las más profundas simpatías
de su corazón y ejercitará su más alta capacidad mental.—
Joyas de
los Testimonios 1:552, 553
.
Llamamiento a pasar del empleo humano al divino
—Dios
me ha dicho repetidamente que a nadie se debe aconsejar que pro-
meta pasar dos, tres, cuatro, cinco o seis años bajo la dirección de
ningún hombre... Hermanos, no tenemos tiempo para esto. El tiempo
es corto. Tenemos que presentar urgentes incentivos a las personas
que ahora debieran estar dedicadas a la obra misionera para el Maes-
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tro. Todavía no se ha trabajado en todos los sectores urbanos y en
los lugares rurales. El Señor llama a jóvenes que trabajen como
colportores y evangelistas, que trabajen de casa en casa en lugares
en los que todavía no se ha escuchado la verdad. Dios habla a nues-
tros jóvenes y les dice: “¿No sabéis... que no sois vuestros? Porque
habéis sido comprados por precio. Por tanto, glorificad a Dios en
vuestro cuerpo”.
1 Corintios 6:19, 20
.