Página 284 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
una facultad maravillosa cuando se combina con la capacidad de
pronunciar palabras sabias, útiles, de una manera que cautiven la
atención.—
Consejos para los Maestros Padres, 207, 208
.
Pidamos con fe una voz convertida, una lengua convertida, y
también simpatía y ternura como las de Cristo, para ganar almas a la
verdad que enseñamos.—
The Review and Herald, 11 de noviembre
de 1902
.
Hablemos con palabras bondadosas cuando tratamos de ganar
almas.—
Testimonies for the Church 6:400
.
Ellos [los empleados de nuestros sanatorios] deben cultivar su
voz y mantenerla agradable y llena de simpatía.—
Medical Ministry,
212
.
Aprenda a tener una expresión agradable en el rostro, y ponga en
su voz toda la dulzura y melodía que sean posibles.—
Hijos e Hijas
[329]
de Dios, 180
.
Corrección de defectos del habla
—Hablad lentamente. Mu-
chos hablan velozmente, apresurándose de una palabra a otra, con
tal rapidez que se pierde el efecto de lo que dicen.—
Consejos para
los Maestros Padres, 241
.
Si al hablar uno aglomera las palabras, se pierde la impresión
que deberían haber causado. Es necesario cultivar el talento del
habla, para que la verdad no se presente agitadamente, sino lenta
y claramente, para que no se pierda una sola sílaba. El defecto de
hablar demasiado rápido puede corregirse y debe ser corregido.—
The Southern Watchman, 27 de octubre de 1903
.
Las personas que hablan demasiado rápido y emiten los sonidos
desde la garganta, que enredan las palabras y elevan la voz hasta
un tono que no es natural, no tardan en enronquecer, y las palabras
pronunciadas pierden la mitad de la fuerza que hubieran tenido si se
las hubiera pronunciado lentamente y con claridad, en tono no muy
alto.—
Testimonies for the Church 4:405
.
Hablar con la garganta, emitir las palabras desde la porción
superior de los órganos de la fonación, raspándolos e irritándolos,
no es la forma mejor de preservar la salud ni de aumentar la eficacia
de esos órganos. Hay que inspirar profundamente y dejar que la
acción se produzca desde los músculos abdominales. Los pulmones
deben ser solamente el canal, pero no los obliguemos a efectuar el
trabajo.—
Testimonies for the Church 2:616
.