Página 298 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
llamamiento de Dios. Mientras esos obreros se esfuercen por ganar
almas para Jesús, hallarán que muchos que nunca hubieran sido
alcanzados de otra manera están listos para responder al esfuerzo
personal inteligente.
La causa en la tierra necesita hoy representantes vivos de la ver-
dad bíblica. Los ministros ordenados solos no pueden hacer frente
a la tarea de amonestar a las grandes ciudades. Dios llama no sola-
mente a ministros, sino también a médicos, enfermeros, colportores,
obreros bíblicos y a otros laicos consagrados con diversos talen-
tos que conocen la Palabra de Dios y el poder de su gracia, y los
invita a considerar las necesidades de las ciudades sin amonestar.
El tiempo pasa rápidamente, y hay mucho que hacer. Deben usarse
todos los agentes, para que puedan ser sabiamente aprovechadas las
oportunidades actuales.—
Los Hechos de los Apóstoles, 130, 131
.
Distribuid libros y revistas en zonas metropolitanas
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Vivimos en un tiempo en que ha de hacerse una gran obra. Hay
hambre en el país por el Evangelio puro, y el pan ha de darse a las
almas hambrientas. No existe oportunidad mejor para realizar esta
obra que la que se ofrece al consagrado colportor. Miles de libros
que contienen la preciosa luz de la verdad presente deben colocarse
en los hogares de la gente en nuestras grandes ciudades.
Nuestras revistas contienen verdades bíblicas benditas y salva-
doras. Muchas personas pueden contribuir a la venta de nuestras
revistas. El Señor nos pide a todos que nos esforcemos para salvar
las almas que perecen. Satanás está obrando; procura seducir aun a
los mismos escogidos; ahora es el momento de trabajar con vigilan-
cia. Debe darse publicidad a nuestros libros y revistas; el Evangelio
de la verdad presente debe ser dado sin tardanza a nuestras ciudades.
¿Cumpliremos con nuestro deber?—
Servicio Cristiano Eficaz, 190,
191
.
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