Página 383 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Una cosecha sin precedentes
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compartiendo sus simpatías, contribuye a aumentar el volumen del
gozo que se experimenta y a tributar honor y alabanza a su exaltado
nombre...
Aunque mucho del fruto de sus labores no resulta evidente en
esta vida, los obreros de Dios tienen su segura promesa del éxito
final. Cristo, como Redentor del mundo, estuvo constantemente
confrontado por la apariencia de fracaso. Al parecer hacía sólo una
parte escasa del trabajo elevador y salvador que anhelaba realizar.
Los instrumentos satánicos trabajaban continuamente para obstruir
su camino Pero él no se desanimaba. Siempre contemplaba los
resultados de su misión. Sabía que la verdad triunfaría finalmente en
la lucha contra el mal, y por eso dijo a sus discípulos: “Estas cosas
os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis
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aflicción. Pero tened buen ánimo, yo he vencido al mundo”.
Juan
16:33
. La vida de los discípulos de Cristo debe ser como la suya:
una serie ininterrumpida de victorias que no se consideran como
tales aquí, pero que se reconocerán como triunfos en el grandioso
futuro que nos espera.—
Testimonies for the Church 6:305-307
.
Contemplando el resultado del trabajo de toda una vida
Moisés renunció a un reino en perspectiva; Pablo, a las ventajas
proporcionadas por la riqueza y el honor entre su pueblo, a cambio
de una vida llena de responsabilidades en el servicio de Dios. Para
muchos, la vida de estos hombres se presenta como una vida de
renunciación y sacrificio. ¿Fue realmente así? Moisés consideraba
que el oprobio sufrido por Cristo era una riqueza mayor que la de los
tesoros de Egipto. Lo consideraba así, porque así era. Pablo declaró:
“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como
pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las
cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo
Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por
basura, para ganar a Cristo”.
Filipenses 3:7, 8
. Estaba satisfecho con
su elección.
A Moisés le ofrecieron el palacio de los faraones y el trono
del monarca, pero en esas cortes reales se practicaban los placeres
pecaminosos que hacen que el hombre se olvide de Dios, y él escogió
antes “riquezas duraderas y justicia”.
Proverbios 8:18
. En vez de
ligarse a la grandeza de Egipto, prefirió unir su vida al propósito
de Dios. En vez de dictar leyes en Egipto, dictó leyes al mundo,