Página 66 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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El Ministerio de Publicaciones
vida.—
Carta 31, 1891
;
Special Testimonies Concerning the Work
and Workers in the Pacific Press, 32-34
.
Poniendo vuestra influencia en el lado de la verdad
—Habrá
períodos de severas pruebas para los que se relacionan con nuestras
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instituciones; pero si conocéis la fuente de vuestra fortaleza, no
tenéis necesidad de ser derrotados. Cualquier influencia que Dios
os haya dado, él requiere que la pongáis del lado de la verdad, de
la santidad. Al lograr que hombres, mujeres y niños sean mejores
por haber dirigido su atención hacia la cruz del Calvario, estáis
haciendo la obra que él os ha encomendado. Los auténticos cristianos
bíblicos tendrán una influencia que dirigirá las mentes de otros.
Vosotros, como cristianos, tenéis una gran responsabilidad que nadie
más puede llevar a cabo por vosotros.—
Carta 74, 1896
;
Special
Testimonies to Managers and Workers of Our Institutions, 21
.
Andad en la luz de Dios
—El Señor ha dado gran luz a los
que trabajan en la casa editora de Oakland, y algunos que por un
tiempo anduvieron en la luz, después dejaron de hacerlo, porque no
mantuvieron el corazón sometido a Dios, y el resultado fue que las
tinieblas cayeron sobre ellos. Perdieron su sentido de lo que es el
pecado, e hicieron las cosas que el Señor había mostrado claramente
que no debían hacer. Dios no fuerza la voluntad de nadie. Todos están
libres de elegir a quién servirán. Pueden escuchar las sugestiones de
Satanás y llegar a ver las cosas como él las ve, y razonar del mismo
modo; pero entonces el resultado será que manifestarán la misma
actitud de porfiada resistencia contra la luz que Satanás manifestó
en las cortes celestiales. Los que rechazan la luz que Dios les envía
andarán alumbrados por las chispas de su propia lumbre, hasta que
finalmente yacerán en aflicción...
El Espíritu del Señor me ha instado a que haga sonar la alarma,
para que estas personas mundanalizadas despierten y comprendan
el peligro en que se encuentran a causa del camino de apostasía
que han elegido. Por amor de Cristo, que todos los que profesan
ser cristianos se aparten de toda iniquidad y falta de honradez. Por
amor de Cristo, por amor a vosotros mismos, os insto a reformaros.
Considerad seriamente vuestros privilegios y responsabilidades. Que
no se encuentren entre vosotros ambiciones terrenas de cargos o
posiciones o por obtener dinero. Este espíritu prevalece en gran
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medida, y la religión de Cristo se rebaja a un nivel inferior y común.