Página 67 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

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Normas espirituales elevadas para los obreros de Dios
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Hay gran necesidad de que el poder de Dios que produce conversión
se sienta en toda la institución, para que todos comprendan que las
palabras de Cristo deben cumplirse en la vida y el carácter. Jesús
está cada día en la casa editora tomando nota de cada obrero en
todos los departamentos y especialidades de trabajo. La voz de
Dios habla a todos los empleados de esta institución y los exhorta y
los reprocha mediante su Palabra y los testimonios de su Espíritu.
Pero estas advertencias primero se descuidan, luego se desprecian
y finalmente se las resiste y vilipendia porfiadamente.—
Special
Testimonies, Publishing Work, 158, 159
.
Fuego extraño mezclado con lo sagrado
—Presenté las res-
ponsabilidades sagradas relacionadas con la casa editora [a los que
asistieron a un concilio ministerial en la Iglesia del Tabernáculo en
Battle Creek], y les dije que los que aceptan estas responsabilida-
des debieran ser hombres de fe, hombres piadosos y de profunda
experiencia. Los chistes y las bromas no debieran tolerarse en la
editorial, y tampoco debiera manifestarse aspereza ni desprecio a
esos empleados o a los que buscan consejo.
Algunos no disciernen el carácter sagrado de la obra, debido a lo
cual introducirán principios incorrectos. Trabajarán para asegurarse
un salario y luego pensarán que han cumplido su deber. Tendrán un
espíritu egoísta y codicioso que inducirá a robar a Dios. Se mezclará
fuego extraño con el fuego sagrado. Otros se contagiarán con este
espíritu, porque la plaga del egoísmo es tan contagiosa como la
lepra.—
Manuscrito 19, 1891
.
Satanás fomenta la adopción de principios no bíblicos
—Se
me mostró que Satanás y los ángeles que le obedecen, vestidos
con ropa de luz, recorren todas las dependencias de la editorial y
contemplan con ansioso interés todas las fases de la obra, e instan a
los obreros a presentar principios falsos e introducir vulgaridad en la
obra; y a destruir, si es posible, los principios sagrados, elevadores y
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ennoblecedores de la verdad.
Los corazones de muchos de los obreros están imbuidos por
el mismo espíritu que Satanás manifestó antes de su caída y que
condujo a la rebelión en el cielo. Y él sabe cómo hacer lo mismo
ahora. Por un tiempo su poder engañador ha estado actuando y
tomando las riendas del control. Motivos egoístas se han estado
introduciendo en forma gradual y casi imperceptible, hasta que