Página 70 - El Ministerio de Publicaciones (1997)

Basic HTML Version

66
El Ministerio de Publicaciones
almas a la altura de la norma bíblica de pureza.—
Carta 74, 1896
;
Special Testimony to the Managers and Workers in our Institutions,
10, 11
.
Influencia de las infatuaciones juveniles
—Los jóvenes y las
señoritas que se asocian, y que tienen principios débiles, y además,
poca fe y escasa devoción, se infatúan fácilmente unos con otros
y se imaginan que se aman. La atención constante que se dirigen
mutuamente, no tarda en ejercer su influencia, y pronto dejan de
apreciar las cosas espirituales. Como sucedía en el tiempo anterior
al diluvio, existe una influencia que induce a apartar continuamente
la mente de Dios, y a fijar los afectos en lo que es humano en vez
de lo que es divino. Algunas de las señoritas que trabajan en la casa
editora no están preparadas para servir a Dios: sus pensamientos son
vanos y no consagrados, son superficiales; no llevan los frutos de la
vida cristiana. Deben experimentar una conversión profunda y total,
o bien nunca verán el reino de Dios. Estas personas jóvenes que se
[82]
asocian en la editorial y forman relaciones afectivas con miras al
matrimonio, y cultivan esas relaciones, se están descalificando para
el trabajo. No pueden hacer su trabajo con la concentración debida,
con fidelidad e integridad. Esta infatuación los incapacita y en toda
la institución se siente una influencia desmoralizadora...
Dios aceptará los servicios de hombres y mujeres jóvenes, si se
consagran a él sin reserva. Pero cuando comienzan a formar estas
relaciones imprudentes e inmaduras, la devoción, la consagración y
la religión pierden importancia. Es la muerte para el fervor religioso
y también para el crecimiento en la gracia. Es un tiempo cuando los
pensamientos más serios debieran ocupar la mente, y cuando debiera
apreciarse la consagración más completa. Estamos formando nuestro
carácter; colocamos ladrillo sobre ladrilo, uno sobre otro, y así la
estructura va creciendo hasta formar un hermoso templo para Dios.
Estos jóvenes pueden elevarse a casi cualquier altura en el desarrollo
intelectual y poder espiritual. Amonesto a estos jóvenes a que no
se casen, y a las señoritas que no se den en matrimonio, hasta que
hayan obtenido conocimiento, experiencia y éxito en sus esfuerzos
por alcanzar la elevada norma que se habían propuesto.—
Special
Testimonies Concerning the Work and Workers in the Pacific Press,
13-16
.