Página 324 - Maranata

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Su galardón está con él, 31 de octubre
He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
Apocalipsis 22:12
.
Nuestra obra terrena pronto concluirá, y cada persona recibirá su recompensa según sus obras. Se me mostró la recompensa de
los santos, la herencia inmortal, y vi que quienes habían soportado más por causa de la verdad no pensarán en las tribulaciones y
dificultades que tuvieron que soportar, sino que pensarán que el cielo vale mucho más que sus padecimientos.—
Testimonies for the
Church 1:339
.
Cada día lleva su carga de anotaciones, de deberes incumplidos, negligencias, egoísmos, engaños, fraudes y estafas. ¡Qué cantidad
de obras malas se está acumulando para el juicio final! Cuando Cristo venga, “su recompensa con él, y delante de él su obra” (
Isaías
62:11
), para pagar a cada uno según fueren sus obras, ¡qué revelación se hará entonces! ¡Qué vergüenza para aquellos cuyos actos
aparezcan revelados en las páginas de la historia!—
Testimonies for the Church 2:145, 146
.
Toda buena obra y toda mala acción y su influencia sobre otros, es rastreada por el Escudriñador de los corazones, ante quien
queda revelado todo secreto. Y la recompensa será de acuerdo con los motivos que impulsaron cada acción.
Testimonies for the
Church 2:461
[322]
La venida de Cristo se acerca apresuradamente. El tiempo que nos queda para trabajar es corto, y hay hombres y mujeres
que perecen... Es necesario que la potencia convertidora de Dios tome posesión de nosotros, para que podamos comprender las
necesidades de un mundo que perece. El mensaje que estoy encargada de anunciaros es éste: Preparaos, preparaos para el encuentro
con el Señor. Aderezad vuestras lámparas y que la luz de la verdad brille en las encrucijadas y los vallados. Hay un mundo entero
que espera le sea anunciada la proximidad del fin de todas las cosas.
Procuremos una nueva conversión. Necesitamos de la presencia del Santo Espíritu de Dios para enternecer nuestros corazones y
evitar un espíritu duro en nuestro trabajo. Ruego a Dios que su Santo Espíritu tome plena posesión de nuestros corazones. Procedamos
como hijos de Dios, que buscan su consejo y están listos para seguir sus planes dondequiera que les sean presentados. Dios será
glorificado por un pueblo tal y los testigos de nuestro celo dirán: Amén, amén.—
Joyas de los Testimonios 3:339-342
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1-N.E.V.
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