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Notas biográficas de Elena G. de White
el pecho. Luego, Elena vino y se sentó a mi lado. Estuvo en visión
una hora y media, durante la cual no respiró en absoluto. Fueron
momentos conmovedores. Todos lloraron mucho de gozo. Dejamos
al Hno. Bates con aquellas personas, y vinimos acá con el Hno.
Edson”.
La reunión de Port Gibson
La reunión de Port Gibson se realizó en el galpón del Hno. Hiram
Edson. Había personas presentes que amaban la verdad, pero que
escuchaban y albergaban el error. Antes del fin de esta reunión, sin
embargo, el Señor obró en nuestro favor con poder. Se me mostró
de nuevo en visión la importancia de que los hermanos pongan a un
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lado sus diferencias y se unan en torno a la verdad bíblica.
Visita al Hno. Harris, en Centerport
Salimos de la casa del Hno. Edson con la intención de pasar el
sábado siguiente en la ciudad de Nueva York. Era demasiado tarde
ya para tomar el barco, de manera que tomamos una lancha, con la
idea de trasbordar cuando llegara el próximo barco. Al verlo aproxi-
mándose, comenzamos a hacer los preparativos para abordarlo; pero
la embarcación no se detuvo, y nosotros tuvimos que saltar a bordo
mientras el barco estaba en movimiento.
El Hno. Bates tenía en la mano el dinero de nuestro pasaje, y le
decía al capitán del barco: “Aquí tiene esto para pagar el pasaje”.
Al ver el barco moviéndose, él saltó para abordarlo, pero su pie se
enganchó en el borde del barco, y cayó al agua. Comenzó entonces
a nadar hacia el barco, con su cartera en una mano, y un billete de
un dólar en la otra. Se le cayó el sombrero, y al rescatarlo perdió el
billete de un dólar, pero retuvo la cartera. El barco se detuvo entonces
para que él pudiera abordarlo. Sus ropas estaban empapadas con el
agua sucia del canal, y estábamos cerca de Centerport, de manera
que decidimos llegar al hogar del Hno. Harris, para que el Hno.
Bates pudiera arreglarse la ropa.
Nuestra visita resultó de beneficio a esta familia. Durante años
la Hna. Harris había sufrido de catarro. Ella había usado rapé para
aliviarse de esta aflicción, y decía que no podía vivir sin esto. Tenía