Avanzando bajo dificultades
135
dos años, el padre y la madre White estaban observando el sábado
bíblico, felizmente instalados, a menos de treinta metros de nuestra
puerta. Habíamos conservado a Ana con nosotros; pero nos vimos
obligados a cerrarle los ojos en la muerte y colocarla para descansar.
Por largo tiempo ella había mantenido su esperanza en Jesús, y
esperaba con grata anticipación la mañana de la resurrección. La
colocamos al lado del querido Natanael, en el cementerio Mount
Hope.
[172]