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Notas biográficas de Elena G. de White
para dejar una lección impresionante para todos, el Señor relató
la parábola de la oveja perdida. Notad en particular los siguientes
puntos:
Se dejan las noventa y nueve ovejas en el redil y se busca diligen-
temente a la única que se ha perdido. Todo el esfuerzo se realiza por
la oveja desafortunada. Así también el esfuerzo de la iglesia debe
dirigirse en favor de los miembros que se desvían del redil de Cristo.
¿Y se han apartado ellos muy lejos? No esperéis que regresen antes
de que tratéis de ayudarlos, sino id en busca de ellos.
Cuando se encuentra a la oveja perdida se la trae de vuelta con
regocijo, y esto produce mucha alegría. Esto ilustra la bendita y
gozosa tarea de trabajar por los errantes. La iglesia que se ocupa con
éxito en esta obra, es una iglesia feliz. El hombre o la mujer cuya
alma es impulsada por la compasión o el amor por los errantes y que
trabaja para traerlos al redil del gran Pastor, se halla empeñada en
una tarea bendita. Y, ¡oh! ¡qué pensamiento arrobador el que, cuando
un pecador es así reconquistado, hay más gozo en el cielo por él
que por noventa y nueve justos! Las almas egoístas, exclusivistas,
exigentes, que parecen temer ayudar a los que están en el error como
si esto los contaminara, no disfrutan la dulzura del trabajo misionero;
no sienten la bendición que llena todo el cielo de regocijo por el
rescate de uno que se ha extraviado.
La iglesia o las personas que rehúyen llevar cargas por otros, que
se encierran en sí mismas, pronto sufrirán una debilidad espiritual.
Es el trabajo lo que mantiene fuerte a un hombre. La labor misionera,
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el esfuerzo y llevar cargas y preocupaciones, es lo que fortalece a la
iglesia de Cristo.
En viaje a Battle Creek
El sábado y el primer día, 18 y 19 de abril, respectivamente,
disfrutamos de buenos momentos con nuestro pueblo de Greenville.
Los Hnos. M. E. Cornell y M. G. Kellogg estaban con nosotros. Mi
esposo bautizó a ocho personas. El 25 y 26 estábamos con la iglesia
de Wright. Estos queridos hermanos estaban muy listos a darnos la
bienvenida. Aquí mi esposo bautizó a ocho.
El 2 de mayo nos encontramos con una gran congregación en la
casa de culto de Monterey. Mi esposo habló con claridad y fuerza