Capítulo 36—La circulación de la página impres
En la reunión celebrada en Roma, Nueva York, el domingo 12
de septiembre de 1875, varios predicadores dirigieron la palabra
a numerosos y atentos auditorios. A la noche siguiente soñé que
un joven de noble aspecto entraba en el aposento en donde yo me
hallaba, inmediatamente después de pronunciar mi discurso. El joven
me dijo:
“Has llamado la atención de las gentes a importantes asuntos,
que para muchos son nuevos y curiosos. A algunos de los oyentes
les han interesado muchísimo. Los obreros han hecho en palabra
y doctrina cuanto han podido para exponer la verdad; pero si no
aumentan los esfuerzos para fijar en las mentes las impresiones
recibidas, obtendréis escaso fruto de vuestra labor. Satanás tiene
listos muchos atractivos para cautivar las mentes; y los cuidados de
esta vida y la falacia de las riquezas concurren para ahogar la semilla
de verdad sembrada en el corazón.
“En todo esfuerzo similar al que estáis haciendo ahora, se ob-
tendrían resultados mucho más eficaces si dispusierais de páginas
impresas apropiadas listas para la circulación y la lectura. Repártan-
se gratuitamente, a los que quieran aceptarlos, folletos que traten
de puntos importantes de la verdad relacionada con los tiempos
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actuales. Sembraréis junto a todas las aguas.
“La prensa es un poderoso medio de mover los entendimientos
y los corazones. Los hombres mundanos se valen de la prensa pa-
ra aprovechar toda ocasión de difundir entre el público literatura
ponzoñosa. Si quienes están impulsados por el espíritu del mundo y
de Satanás se esfuerzan con ahínco por propagar libros, folletos y
periódicos de índole corruptora, vosotros debéis ser aún más tenaces
en ofrecer a las gentes lecturas de carácter enaltecedor y salvador.
“Dios ha otorgado a su pueblo valiosas ventajas en la prensa,
la que, combinada con otros agentes, difundirá con éxito el conoci-
Estos consejos referentes a la circulación de publicaciones fueron de los primeros
llamamientos para la formación de colportores-evangelistas.
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