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Una visión del juicio
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él como hombre que llevaba responsabilidades, y como dirigente,
que toda su educación anterior y que la ciencia y el conocimiento de
los egipcios. El intelecto más brillante, el estudio más fervoroso, la
más alta elocuencia, nunca podrán sustituir la sabiduría y el poder
de Dios en aquellos que llevan responsabilidades en relación con
su causa. Nada puede ocupar el lugar de la gracia de Cristo y del
conocimiento de la voluntad de Dios.
Dios ha hecho toda provisión para que el hombre tenga la ayuda
que solamente él puede dar. Si el hombre permite que su trabajo lo
apremie, empuje y confunda, de manera que no tenga tiempo para
el pensamiento devocional o para la oración, cometerá errores. Si
Cristo no levanta el estandarte contra Satanás, el enemigo vencerá a
los que están empeñados en la obra importante para este tiempo.
Es el privilegio de cada uno de los que están relacionados con
nuestras instituciones denominacionales vincularse en estrecha re-
lación con Dios; y si dejan de hacerlo, son incompetentes para la
obra que se les ha confiado. La provisión que se ha hecho en favor
de todos nosotros, por medio de Cristo, es un sacrificio pleno y per-
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fecto: una ofrenda inmaculada. Su sangre puede limpiar la mancha
más sucia. Si él hubiera sido solamente un hombre, nuestra falta
de fe y obediencia sería excusable. Pero él vino a salvar lo que se
había perdido. Nosotros no estaremos calificados para la gran tarea
para este tiempo, a menos que trabajemos en Dios, y que nuestras
oraciones, fervientes y sinceras, estén continuamente ascendiendo
al trono de la gracia.
Dios está capacitando a hombres para llevar cargas, hacer planes
y ejecutarlos, y mi esposo no debe interceptar su camino. El no puede
abarcar toda la causa de Dios con sus brazos; es demasiado amplia.
Se necesitan muchas cabezas y muchas manos para planear y trabajar
sin reservas. Por falta de experiencia, se harán errores; pero si los
obreros se unen con Dios, él les dará aumento de sabiduría. Nunca,
desde la creación, han estado en juego intereses tan importantes
como los que ahora dependen de la acción de hombres que creen
en el último mensaje de amonestación al mundo y lo están dando a
conocer.
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