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Notas biográficas de Elena G. de White
En
The Signs of the Times, de octubre 26 de 1882
, el director,
pastor J. H. Waggoner, escribió:
“Al final del discurso del sábado por la tarde, ... ella se puso en
pie y comenzó a hablar a la gente. Su voz y su apariencia cambió, y
habló durante algún tiempo con claridad y energía. Entonces invitó
a los que deseaban comenzar una experiencia en servir a Dios, y
a los que se habían apartado, a venir al frente, y un buen número
respondió a la invitación...
“Como se nota más arriba, después de la primera tentativa que
hizo la Hna. White para hablar, su restauración fue completa”.
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Con respecto a su milagrosa curación, la Sra. White misma
testificó en
The Signs of the Times, de 2 de noviembre de 1882
:
“Durante dos meses mi pluma ha estado descansando; pero estoy
profundamente agradecida de que ahora puedo reasumir mi tarea
de escribir. El Señor me ha dado una evidencia adicional de su
misericordia y de su amante bondad restaurándome de nuevo la
salud. Debido a mi reciente enfermedad llegué muy cerca de la
tumba; pero las oraciones del pueblo de Dios en mi favor fueron
fructíferas.
“Cerca de dos semanas antes de nuestro campamento la enfer-
medad de la cual había estado sufriendo fue detenida, y sin embargo
recuperé muy poco mis fuerzas. Al acercarse el tiempo de las reunio-
nes, parecía imposible que yo pudiera participar en las mismas...
Oré mucho acerca del asunto, pero continuaba todavía muy débil...
En mi condición de sufrimiento lo único que podía hacer era caer
inerme en los brazos de mi Redentor, y allí descansar.
“Cuando llegó el primer sábado de la reunión, sentí que debía
estar en el campamento, pues allí podría encontrar al Sanador divino.
Por la tarde me recosté en un sofá debajo de la gran tienda, mientras
el pastor Waggoner se dirigía a los hermanos, presentando las señales
que testificaban de que el día de Dios estaba muy cerca. Al final
de ese discurso, decidí levantarme y ponerme en pie, esperando
que si así me aventuraba por fe, haciendo todo lo que estaba en mi
poder, Dios me ayudaría a decir unas pocas palabras al pueblo. Al
comenzar a hablar el poder de Dios vino sobre mí, y mi fuerza fue
instantáneamente restaurada.
“Había esperado que mi debilidad iría pasando gradualmente,
pero no esperaba un cambio inmediato. La obra instantánea que