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Notas biográficas de Elena G. de White
vista de Dios como fue el pecado de Uzías cuando puso su mano
para sostener el arca. Hay personas que han entrado en las labores
de otros hombres, y todo lo que Dios pide de ellos es que hagan
justicia, que amen misericordia y anden humildemente con Dios,
para trabajar concienzudamente como personas empleadas por el
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pueblo a fin de hacer la obra confiada a sus manos. Algunos no
han hecho esto, y su obra lo testifica. Cualquiera sea su posición,
cualquiera su responsabilidad, aunque tengan tanta autoridad como
la tuvo Acab, hallarán que Dios está por encima de ellos, y que la
soberanía del Señor es suprema’...
“No debe formarse ninguna confederación con los no creyentes,
ni debéis reunir a un cierto número escogido de hombres que piense
como vosotros, y que dirán amén a todo lo que proponéis, mientras
que otros estén excluidos porque pensáis que no están en armonía
con vosotros. Se me mostró que hay un gran peligro en que esto
ocurra.
“‘Porque Jehová me dijo de esta manera con mano fuerte, y me
enseñó que no caminase por el camino de este pueblo, diciendo:
No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama
conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo. A
Jehová de los ejércitos, a él santificad, sea él vuestro temor, y él sea
vuestro miedo. ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a
esto, es porque no les ha amanecido’
Isaías 8:11-13, 20
. El mundo
no ha de ser nuestro criterio. Permitid que el Señor obre. Permitid
que su voz sea escuchada.
“Los que están empleados en cualquier departamento de la obra
gracias al cual el mundo puede ser transformado, no deben entrar
en alianza con los que no conocen la verdad. El mundo no conoce
al Padre o al Hijo, y no tiene discernimiento espiritual con respecto
al carácter de nuestra obra, respecto de lo que debemos hacer o
no hacer. Debemos obedecer las órdenes que vienen de arriba. No
debemos escuchar el consejo o seguir los planes sugeridos por los
no creyentes. Las sugestiones hechas por los que no conocen la obra
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que Dios está haciendo en este tiempo, tendrán el efecto de debilitar
el poder de los instrumentos de Dios. Aceptando sus sugerencias, el
consejo de Cristo es anulado...
“El ojo del Señor está sobre la obra, sobre todos sus planes, y
sobre las imaginaciones de toda mente; el ve debajo de la superfi-