Página 391 - Notas biogr

Basic HTML Version

El servicio fúnebre de Elmshaven
387
White replicó: ‘Me alegro de que me encuentre así, y deseo decirle
que también mi interior se halla despejado y brillante’. Y entonces
añadió: ‘No he tenido muchos días de tristeza, ¿no es cierto?’ ‘No,
Hna. White—contesté—, porque a través de toda su vida Ud. se ha
elevado por encima de la tristeza’. ‘Sí—replicó ella,—, mi Padre
[496]
celestial lo ha planeado de esta manera para mí, y él sabe cuándo
vendrá el fin. Por lo tanto estoy determinada a no murmurar’.
“Entonces le dije a ella: ‘No puedo dejar de repetirle, Hna. White,
lo que Ud. nos escribió en una de sus últimas cartas. Ud. dijo: “Las
sombras se están prolongando y nos acercamos al hogar. Pronto
estaremos en el hogar, y entonces repasaremos todo esto juntos en
el reino de Dios’”. Ella replicó: ‘Sí; parece casi demasiado bueno
para ser cierto, pero es cierto’”.
Se cantó entonces la estrofa de otro himno cuya traducción es la
siguiente:
“Se fue de la tierra para siempre,
está libre de todo cuidado y temor;
nunca se unirá de nuevo con nosotros,
mientras marchamos por este valle de dolor”
.
Los primeros versos del segundo himno conmovieron profun-
damente a gran parte de la congregación. Estos versos hace años
fueron escritos por uno de los asociados de la Sra. White en el servi-
cio del Maestro, que también ahora descansa, el pastor Urías Smith.
Siempre es triste la despedida,
“Pero se acerca un día glorioso,
anhelado jubileo de la tierra.
El rey de la Creación en su venida
proclamará la libertad de su pueblo;
en las alas brillantes del amor,
entonarán desde la tierra y del mar:
‘Oh muerte; ¿dónde está tu dominio?
Oh tumba, ¿dónde está tu victoria?’”
El pastor E. W. Farnsworth, que estaba a cargo del servicio, habló
como sigue:
[497]