Capítulo 61—Los servicios fúnebres de Battle Creek
El Sábado 24 de julio de 1915, la Sra. White fue puesta a des-
cansar al lado de su esposo, el pastor Jaime White, en el cementerio
de Oak Hill, Battle Creek, Míchigan, para esperar allí el llamado del
Dador de la vida.
En el Tabernáculo
Muchos amigos habían venido desde las ciudades y aldeas ve-
cinas, para unirse con los miembros de la iglesia de Battle Creek y
con los ciudadanos de ese lugar a fin de pagar un tributo de respeto
y amor a la memoria de una persona que había sido llamada al des-
canso. También de los Estados colindantes había llegado un número
considerable, incluyendo los presidentes y otros administradores de
asociaciones locales de la Unión del Lago, de la División Norteame-
ricana, y de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo
Día.
El escenario para el servicio fúnebre era adecuado e impresio-
nante. El servicio se realizó en el gran Tabernáculo, al cual todo el
pueblo había contribuido cerca de cuarenta años antes, y en el que
la Sra. White muchas veces había hablado palabras de vida. Los
tributos florales estaban arreglados de tal manera que formaban una
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hermosa glorieta que semejaba un jardín. Los amigos del Sanato-
rio de Battle Creek habían enviado abundancia de palmas, lirios y
margaritas en macetas, que casi cubrían la plataforma y se extendían
hacia la derecha y la izquierda por la galería y las escaleras. También
había muchos arreglos florales, símbolos de la ocasión y de la es-
peranza del más allá. La Iglesia de Battle Creek presentó una rueda
quebrada; la Review and Herald Publishing Association, una colum-
na quebrada; la Asociación General y la División Norteamericana,
una cruz y una corona, y la Pacific Press Publishing Association,
una Biblia abierta, sobre cuyas páginas se leían las promesas del
Salvador: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo”.
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