Página 47 - Notas biogr

Basic HTML Version

Mi separación de la iglesia
43
perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su
[57]
poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus santos
y ser admirado en todos los que creyeron’
2 Tesalonicenses 1:7-10
.
‘Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y
con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que ha-
yamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las
nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el
Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras’
1
Tesalonicenses 4:16-18
.
“Esto es de suma autoridad para nuestra fe. Jesús y sus apóstoles
insistieron en el suceso del segundo advenimiento gozoso y triun-
fante; y los santos ángeles proclaman que Cristo, el que ascendió al
cielo, vendrá otra vez. Este es nuestro delito: creer en la palabra de
Jesús y sus discípulos. Es una enseñanza muy antigua, sin mácula
de herejía”.
El predicador no intentó hacer referencia ni a un solo texto que
probara que estábamos en error, sino que se excusó alegando falta
de tiempo, y aconsejándonos que nos retiráramos calladamente de
la iglesia para evitar la publicidad de un proceso. Pero nosotros
sabíamos que a otros de nuestros hermanos se los trataba de la
misma manera por igual causa, y como no queríamos dar a entender
que nos avergonzábamos de reconocer nuestra fe, ni dar lugar a que
se supusiera que no podíamos apoyarla en la Escritura, mis padres
insistieron en que se les diesen las razones de semejante petición.
Por única respuesta declaró evasivamente el pastor que habíamos
ido en contra de las reglas de la iglesia, y que el mejor método era
que nos retiráramos voluntariamente de ella para evitar un proceso.
Replicamos a esto que preferíamos un proceso regular para saber
[58]
qué pecado se nos atribuía, pues sentíamos la seguridad de que no
estábamos obrando mal al esperar y amar la aparición del Salvador.
Sometidos al juicio de la iglesia
No mucho tiempo después se nos notificó que estuviéramos
presentes en la sala de la junta de la iglesia. Había sólo unos pocos
asistentes. La influencia de mi padre y de su familia era tal que
nuestros opositores no tenían deseo alguno de presentar nuestro caso