Lucha con la pobreza
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Primera visita a Connecticut
Mientras estábamos en Topsham recibimos una carta del Hno.
E. L. H. Chamberlain, de Middletown, Connecticut, en la que nos
instaba a asistir a una conferencia que iba a celebrarse en dicho
Estado en abril de 1848. Resolvimos ir si podíamos obtener los
medios. Mi esposo ajustó cuentas con su patrón y resultó que éste
le debía diez dólares. Con cinco de ellos compré prendas de vestir,
de que estábamos muy necesitados, y después remendé el abrigo de
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mi esposo, añadiendo pedazos hasta en los parches ya puestos, a tal
punto que era difícil reconocer cuál había sido el primitivo paño de
las mangas. Con los otros cinco dólares nos costeamos el viaje hasta
Dorchester, Massachusetts.
Nuestro baúl contenía casi todo cuanto poseíamos en la tierra;
pero en cambio gozábamos de placidez de ánimo y tranquilidad de
conciencia, cosas que apreciábamos mucho más que las comodida-
des mundanas.
En Dorchester fuimos a visitar al Hno. Otis Nichols y, al despe-
dirnos, la Hna. Nichols le dio a mi esposo cinco dólares con los que
costeamos el viaje hasta Middletown, Connecticut. En Middletown
éramos forasteros, pues nunca habíamos visto a ninguno de los her-
manos de Connecticut. Sólo nos quedaban cincuenta centavos de
nuestro dinero. Mi esposo no se atrevió a gastarlos en alquilar un
carruaje, por lo que, dejando el baúl sobre un montón de tablones
que había en un depósito de madera cercano, nos fuimos en busca
de alguien de nuestra fe. Pronto encontramos al Hno. Chamberlain,
quien nos llevó a su casa.
La conferencia de Rocky Hill
La conferencia de Rocky Hill se celebró en un espacioso apo-
sento desamueblado de la casa del Hno. Alberto Belden. En una
carta dirigida por mi esposo al Hno. Stockbridge Howland le decía
lo siguiente acerca de la reunión:
“El 20 de abril, el Hno. Belden envió su coche de dos caballos a
Middletown para recogernos a nosotros y a los demás hermanos de la
población. Llegamos a este lugar cerca de las cuatro de la tarde, y al
cabo de pocos minutos llegaron los Hnos. Bates y Gurney. Aquella