Página 101 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

Basic HTML Version

Resistiendo con éxito, 30 de marzo
Someteos pues a Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá.
Santiago
4:7
.
Hay quienes se exponen temerariamente al peligro y a las tentaciones, y
se requeriría un milagro de Dios para sacarlos sin daño y sin contaminación.
Esos son actos presuntuosos que no agradan a Dios. La tentación que Satanás
presentó al Salvador del mundo, de arrojarse desde el pináculo del templo, fué
firmemente enfrentada y resistida. El archienemigo citó una promesa de Dios,
de seguridad, para que Cristo pudiera hacer eso seguramente, confiando en la
promesa. Jesús hizo frente a esa tentación con las Escrituras: “Escrito está, no
tentarás al Señor tu Dios”.
Mateo 4:7
. De la misma manera, Satanás insta a
los hombres a ir a lugares a los que Dios no quiere que vayan, presentándoles
las Escrituras para justificar sus sugerencias.
Las preciosas promesas de Dios, no son dadas para fortalecer al hombre
en una conducta presuntuosa, o para hacerlo confiar cuando se lanza innece-
sariamente al peligro. ... Como hijos de Dios, se nos pide que mantengamos
la consecuencia de nuestro carácter cristiano. Debemos ejercer prudencia,
precaución y humildad, y andar con cautela junto a aquellos que no las tienen.
Pero en ningún caso hemos de abandonar los principios.
Nuestra única seguridad consiste en no dar lugar al mal; porque sus su-
gerencias y propósitos siempre nos dañarán, e impedirán que confiemos en
Dios. Satanás se transforma en un ángel de pureza, para poder, mediante sus
especiosas tentaciones, introducir sus artificios de tal manera, que no discer-
namos sus trampas. Cuanto más cedamos, tanto más poderosos serán sus
engaños. No es seguro discutir o parlamentar con él. Por cada ventaja que le
demos al enemigo, él pedirá más. Nuestra única seguridad consiste en rechazar
firmemente la primera insinuación a la presunción. A través de los méritos de
Cristo, Dios nos ha dado gracia suficiente para resistir a Satanás, y ser más que
vencedores. La resistencia es el éxito. “Resistid al diablo, y de vosotros huirá”.
La resistencia debe ser firme y constante. Perdemos todo lo que ganamos si
resistimos hoy para ceder mañana.—
The Review and Herald, 8 de abril de
1880
.
[98]
97