Página 107 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Llevando el yugo de Cristo, 4 de abril
Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.
Mateo 11:30
.
Llevar el yugo con Cristo, significa trabajar en su plan, ser un copartícipe
con él en sus sufrimientos y afanes por la humanidad perdida.—
Carta 71,
1895
.
Al aceptar el yugo de Cristo, que impone restricción y obediencia, encon-
traréis que es de la mayor ayuda para vosotros. El llevar su yugo os mantiene
cerca, al lado de Cristo, y él lleva la parte más pesada de la carga.—
Carta 144,
1901
.
El yugo y la cruz son símbolos que representan una misma cosa: la entrega
de la voluntad a Dios. Llevar el yugo, pone al hombre finito en comunión con
el amado Hijo de Dios. El levantar la cruz, suprime el yo del alma, y coloca al
hombre en un lugar donde aprende a llevar las cargas de Cristo. No podemos
seguir a Cristo sin llevar su yugo, sin levantar la cruz y llevarla tras él. Nuestra
voluntad no está de acuerdo con los requerimientos divinos; tenemos que
negar nuestras inclinaciones, abandonar nuestros mejores deseos, y andar en
las pisadas de Cristo. ...
Los hombres preparan para sus cuellos, yugos que parecen livianos y
agradables de llevar, pero que resultan extremadamente irritantes. Cristo ve
esto y dice: Llevad mi yugo sobre vosotros. El yugo que queréis poner sobre
vuestro cuello, pensando que calzará perfectamente, no sirve para él. Tomad
mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí la lección que necesitáis aprender.—
The Review and Herald, 23 de octubre de 1900
.
Vuestra obra no consiste en cargaros por vuestra cuenta. ... A menudo
pensamos que pasamos un tiempo bien difícil, llevando cargas, y a menudo
ése es el caso, porque Dios no nos ha ordenado llevar esas cargas; pero cuando
llevamos su yugo y llevamos sus cargas, podemos testificar que el yugo de
Cristo es fácil y sus cargas son ligeras, porque él ha hecho provisión para
esto.—
The Review and Herald, 10 de mayo de 1887
.
Sin embargo, ese yugo no nos dará una vida fácil, de libertad y de compla-
cencia egoísta. La vida de Cristo fué de sacrificio propio y abnegación a cada
paso; y el verdadero seguidor de Cristo, con una ternura y un amor cristianos
y consecuentes, andará en las pisadas del Maestro, y a medida que avance en
esta vida, se verá cada vez más inspirado por el Espíritu y la vida de Cristo.
The Signs of the Times, 16 de abril de 1912
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