Página 110 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

Basic HTML Version

La verdadera fuerza de voluntad, 7 de abril
Porque si primero hay la voluntad pronta, será acepta por lo que tiene,
no por lo que no tiene.
2 Corintios 8:12
.
La religión pura tiene que ver con la voluntad. La voluntad es el poder
director de la naturaleza del hombre, que controla todas las demás facultades.
La voluntad no es el gusto o la inclinación, sino el poder decidido que obra en
los hijos de los hombres, induciéndolos a obedecer a Dios o a desobedecerle.
...
Deseáis que vuestra vida sea apta para el cielo. A menudo os desanimáis
porque os encontráis débiles en poder moral, esclavos de la duda, y controlados
por los hábitos y las costumbres de vuestra antigua vida de pecado. ... Vuestras
promesas son como cuerdas de arena. ...
Estaréis en peligro constante hasta que comprendáis la verdadera fuerza
de voluntad. Podéis creer y prometer todas las cosas, pero vuestras promesas,
o vuestra fe carecen de valor hasta que pongáis vuestra voluntad del lado de la
fe y la acción. Si peleáis la batalla de la fe con todo vuestro poder, entonces
saldréis vencedores. Vuestros sentimientos, vuestras impresiones, vuestras
emociones, no deben ganar vuestra confianza, porque no son confiables. ...
Pero no necesitáis desesperar. ... En vosotros está someter vuestra voluntad
a la voluntad de Jesucristo; y cuando hagáis esto, Dios de inmediato se pose-
sionará de vosotros y obrará para realizar su buena voluntad. Entonces toda
vuestra naturaleza será puesta bajo el control del Espíritu de Cristo, y hasta
vuestros pensamientos serán sometidos a él. Vosotros no podéis controlar
vuestros impulsos y emociones como lo quisierais, pero podéis controlar la
voluntad y realizar un cambio completo en vuestra vida. Sometiendo vuestra
voluntad a Cristo, vuestra vida se ocultará con Cristo en Dios, y se aliará al
poder que está por encima de todos los principados y las potestades. Tenéis
fuerza de Dios que os afirmará con su fortaleza; y una nueva luz, la luz de una
fe viva, será accesible para vosotros. Pero vuestra voluntad debe cooperar con
la voluntad de Dios. ...
¿No diréis: “Entregaré mi voluntad a Dios, y lo haré ahora mismo”, y a par-
tir de este momento os pondréis plenamente del lado de Cristo?—
Testimonies
for the Church 5:513, 514
.
[106]
106