Página 123 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Tiempo para la meditación, 20 de abril
Antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de
noche.
Salmos 1:2
.
Vuestro último pensamiento de la noche, y vuestro primer pensamiento de
la mañana, debieran dirigirse a Aquel en quien se centra vuestra esperanza de
vida eterna.—
Carta 19, 1895
.
Pareciera que muchos rehuyen los momentos pasados en meditación, en
la búsqueda de las Escrituras y en la oración, como si el tiempo empleado
de esa manera fuera perdido. Yo quisiera que todos vosotros vierais estas
cosas a la luz en que Dios quiere que las veáis, porque entonces le daríais la
primera importancia al reino de los cielos. ... Así como el ejercicio aumenta el
apetito y vigoriza y le da salud al cuerpo, también los ejercicios devocionales
aumentarán la gracia y el vigor espiritual. Los aféctos debieran centrarse en
Dios. Contemplad su grandeza, su misericordia y excelencia. Dejad que su
bondad, su amor y perfección de carácter cautiven vuestro corazón. Conversad
acerca de sus encantos divinos y de las mansiones celestiales que él está
preparando para los fieles. Aquel cuya conversación se refiere al cielo es
un cristiano de provecho para quienes le rodean. Sus palabras son útiles y
refrescantes. Ejercen un poder transformador sobre quienes las escuchan, y
ablandarán y subyugarán el alma.—
The Review and Herald, 29 de marzo de
1870
.
Hay una constante necesidad de comunión privada con Dios. Debemos
apropiarnos del Espíritu de Cristo, si queremos impartirlo a otros. No podemos
hacer frente a las agencias humanas y satánicas combinadas, a menos que
pasemos mucho tiempo de comunión con la Fuente de todo poder. Debiéramos
tener algún momento para alejarnos de los sonidos, de los quehaceres terrenos
y de las voces humanas, y escuchar la voz de Jesús en algún lugar apartado. Así
podemos probar su amor y ser imbuidos de su Espíritu. Así aprenderemos a
crucificar el yo. Esta conducta puede parecer imposible para la mente humana.
Podéis decir: “No tengo tiempo”. Pero cuando consideráis el asunto tal como
es, no perdéis tiempo, porque cuando os aseguráis el poder y la gracia que
provienen de Dios
vosotros
no cumplís esta tarea. Jesús es el verdadero obrero.
“Sin mí—dice Cristo—, nada podéis hacer”.
Juan 15:5
. ... La reflexión y la
oración ferviente inspirarán a un santo esfuerzo.—
Manuscrito 25a, 1891, pp.
14, 15
.
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