Página 188 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Una en cien, 21 de junio
Entonces Pedro, llegándose a él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a
mi hermano que pecare contra mí? ¿hasta siete? Jesús le dice: No te
digo hasta siete, más aun hasta setenta veces siete.
Mateo 18:21, 22
.
Tenemos delante una gran obra. Hay hombres y mujeres que vagan lejos
del redil de Cristo, y habiéndose tornado fríos e indiferentes, y habiendo
perdido toda disposición para volver, ellos no correrán tras vosotros. Debéis
buscarlos adonde están. ... Cuando encontréis a una oveja descarriada, atraedla
al redil, y no la abandonéis hasta que la veáis seguramente guardada allí. ...
Salid en busca de las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Si hay algún punto en el que hayáis errado, aunque él haya cometido
cien errores, quitad lo malo que hayáis hecho y abrid el camino para que él
vuelva. Tal vez eso haya sido justamente lo que mantenía alejada a un alma.
En vuestra humildad, confesad lo malo que habéis hecho, y posiblemente
esto lo conmoverá y lo inducirá con lágrimas a confesar sus cien errores, y a
quitarlos del camino. Así se salvará un alma por quien Cristo murió. ...
Podéis decir: He procurado salvar a éste y a aquél, y ellos solamente me
han herido, y no voy a tratar de ayudarlos de nuevo. No os desaniméis si
ellos no vuelven en seguida al rebaño. Seguid saliendo en busca de vuestros
semejantes mortales que os rodean. Cosecharéis si no desmayáis.—
Manuscrito
141
.
Uníos. No hagáis pequeños motivos de separación por diferencias de
opinión, no permitáis que separen un corazón de otro corazón, sino tratad de
ver cómo podéis amaros unos a otros como Cristo os amó. Ved cómo podéis
perdonar a aquellos que os ofenden, así como queréis que vuestro Padre
celestial os perdone vuestras faltas. Entonces podréis hacer pedidos definidos;
podréis ser osados en Cristo, porque Cristo presenta vuestros pedidos a Dios
con las credenciales divinas que son su justicia, y podéis creer que Cristo os
oye, que él os bendice y dice: “Yo soy suyo, y él es mío”.—
Manuscrito 12,
1891, pp. 12, 13
.
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