Página 22 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Ricas corrientes de gracia, 13 de enero
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia; a fin
de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo que basta, abundéis
para toda buena obra.
2 Corintios 9:8
.
¿No es admirable que podamos recibir la rica corriente de gracia de la
Deidad, y trabajar en armonía con ella? ¿Qué quiere de nosotros la Deidad,
pobres, débiles e imperfectos como somos? ¿Qué puede hacer con nosotros la
Deidad? Todo, si estamos dispuestos a entregarnos a ella. Dios ama a todos
los jóvenes. El conoce todas vuestras dificultades. El sabe que tendréis que
combatir contra los poderes de las tinieblas, que se esfuerzan por controlar la
mente humana.—
Manuscrito 8, 1899, pp. 1, 2
.
Dios tiene el propósito de que sus hijos crezcan hasta alcanzar la plena
estatura de hombres y mujeres en Cristo. A fin de hacer esto, debemos usar
bien todas las capacidades del alma, de la mente y del cuerpo. No podemos
arriesgarnos a desperdiciar cualquier capacidad mental o física. ...
Satanás ha llamado a las huestes de las tinieblas a guerrear contra los
santos. No podemos permanecer indiferentes a esos ataques. Asedia de diver-
sas maneras, y debemos tener un claro discernimiento espiritual para poder
percibir cuándo está procurando posesionarse de nuestras mentes. Dios llama
a aquellos sobre quienes brilla la luz de la verdad, a tomar su lugar en su
ejército. El los llama a demostrar su lealtad, a andar en la luz que él les ha
dado.—
Manuscrito 50, 1904, pp. 4, 6
.
El Señor quiere que vosotros comprendáis la posición que ocupáis como
hijos e hijas del Altísimo, hijos del Rey celestial. Desea que viváis en estrecha
relación con él. ... Defendeos de todo lo que sea frívolo. No penséis que podéis
entregaros a este placer y a aquel otro. Decidíos a poneros del lado del Señor.
...
Asíos firmemente del brazo del poder divino. ... Dominad vuestros hábitos.
Ponedlos en sujeción. Decid: “Amo al Señor, y estoy decidido a utilizar toda
partícula de mi inteligencia en su obra”. ...
Si queréis estar bajo la bandera manchada de sangre del príncipe Emma-
nuel, haciendo fielmente su servicio, no necesitáis ceder a la tentación; porque
a vuestro lado hay Uno que es capaz de impedir que falléis.—
Manuscrito 8,
1899, pp. 4, 5
.
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