Página 237 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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El esfuerzo sostenido contra el esfuerzo espasmódico, 6 de
agosto
Los pensamientos del solícito ciertamente van a abundancia; mas todo
presuroso, indefectiblemente a pobreza.
Proverbios 21:5
.
¡Cuántos jóvenes que debieron convertirse en hombres de utilidad y poder
fracasaron porque en su vida temprana formaron hábitos de indecisión, que los
siguieron durante su vida para invalidar todos sus esfuerzos! Algunas veces se
llenan de repentino celo para realizar alguna cosa grande, pero dejan su trabajo
a medio terminar y sin producir ningún resultado. ... La paciente persistencia
en el bien hacer es indispensable para el éxito. ... El trabajo perseverante,
temperante y firme, logrará más de lo que puede obtenerse mediante esfuerzos
espasmódicos. ...
El trabajo le fué señalado al hombre por su Creador. Dios le proporcionó
ocupación a nuestros primeros padres en el santo Edén, y desde la caída en
el pecado el hombre ha sido un trabajador laborioso, y ha comido su pan con
el sudor de su frente. Cada hueso de su cuerpo, cada rasgo de su rostro, cada
músculo de sus miembros atestigua el hecho de que ha sido creado para la
actividad, no para la ociosidad.
En la juventud debieran formarse hábitos de laboriosidad. ... El fiel cum-
plimiento de los deberes de la vida, cualquiera sea vuestra posición, exige un
sabio aprovechamiento de todos los talentos y las capacidades que Dios os ha
dado. Cuidad de estar siempre apresurados, y sin embargo no realizar ninguna
cosa digna de esfuerzo. Estos esfuerzos inútiles a menudo son causados por
dejar de hacer el trabajo a su debido tiempo. Cualquier cosa que se descui-
de en el tiempo cuando debiera realizarse, sean cosas seculares o religiosas,
raramente se hace bien. Muchos parecen trabajar diligentemente cada hora
del día, y sin embargo no producen ningún resultado correspondiente a sus
esfuerzos. ...
Cuidad de no desperdiciar vuestro tiempo en nimiedades, y luego dejar
de realizar vuestras empresas que realmente valen la pena. La firme adhesión
a un propósito es necesaria para asegurar el fin. Una vez le preguntaron a un
hombre distinguido cómo era posible que llevara a cabo un trabajo tan grande.
Su respuesta fué: “Hago una cosa cada vez”. ... Jesús fué un obrero diligente,
y aquellos que siguen su ejemplo experimentarán la abnegación, el trabajo y
el sacrificio.—
Carta 3, 1877
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