Página 254 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

Basic HTML Version

¿Os ha hecho mejores la religión? 23 de agosto
Teniendo vuestra conversación honesta entre los gentiles; para que, en
lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a
Dios en el día de la visitación, estimándoos por las buenas obras.
1
Pedro 2:12
.
Cualquier cosa que seamos en el corazón será revelada en el carácter, y
ejerceremos una influencia sobre todos aquellos con quienes nos asociamos.
Nuestras palabras, nuestras acciones, son un sabor de vida para vida o de
muerte para muerte. Y en el juicio seremos puestos frente a frente con aquellos
a quienes debimos haber ayudado en los caminos rectos y seguros mediante
nuestras palabras elegidas y consejos, si hubiéramos tenido una conexión
diaria con Dios y un interés permanente y vivo en la salvación de sus almas.—
Manuscrito 73
.
El cristiano no debería conformarse con ser meramente un activo hombre
de negocios. No debería estar tan absorbido en los asuntos mundanos como
para tener apenas un momento o un pensamiento para la recreación o la
amistad, para el bien de los demás, para el cultivo de la mente o para el
bienestar del alma. La energía y la diligencia en los negocios son encomiables,
pero esto no debiera hacernos descuidar ese amor por Dios y por el hombre
que la Biblia ordena. ...
Nuestra conducta en los asuntos temporales, nuestra conducta hacia el
prójimo, es comentada con agudeza y severidad. Lo que decimos en la iglesia
no es de tanta importancia como nuestro comportamiento en el círculo del
hogar y entre nuestros vecinos. Las palabras amables, los actos considerados,
la verdadera cortesía y hospitalidad, ejercerán constantemente una influencia
en favor de la religión cristiana.
Que no se dé este testimonio con respecto a nosotros: “La religión no
los ha hecho mejores. Son tan sensuales, tan mundanos, tan deshonrados en
los negocios, como siempre”. Todos aquellos que llevan este fruto alejan
a Cristo en lugar de reunirse con él. Colocan obstáculos en el camino de
aquellos a quienes debieran haber ganado para Jesús mediante una conducta
consecuente. Es nuestro deber como cristianos dar al mundo una evidencia
inequívoca de que estamos obedeciendo el gran mandamiento: “Amarás a
tu prójimo como a ti mismo” (
Mateo 19:19
), el cual equivale a la regla de
oro de nuestro Salvador, que dice: “Todas las cosas que quisierais que los
hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos”.
Mateo
7:12
.—
The Signs of the Times, 12 de enero de 1882, pp. 20
.
[244]
250