Página 332 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Dios habla a través del silencio, 5 de noviembre
Yo Juan, vuestro hermano, y participante en la tribulación y en el reino,
y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla que es llamada Patmos,
por la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.
Apocalipsis 1:9
.
Al permitir que Juan fuera recluido en la isla de Patmos, Cristo colocó
a su discípulo en una posición donde pudo recibir la verdad más preciosa
para el esclarecimiento de las iglesias. Lo colocó en soledad, para que su
oído y su corazón pudieran ser santificados para recibir esta verdad. ... La
persecución de los enemigos de Juan se convirtió en un medio de la gracia.
Patmos fué hecha resplandeciente por la gloria de un Salvador resucitado. ...
¡Qué descanso fué para el solitario exilado! Nunca había aprendido tanto de
Jesús. Nunca había oído tan exaltada verdad.
El obrero de Dios a menudo considera esenciales las actividades de la vida
para el adelantamiento de la obra. El yo se mezcla con todo lo que se dice y
se hace. ... El obrero se considera como una necesidad. Dios dice: “Esta pobre
alma me ha perdido de vista a mí y a mi suficiencia. Debo colocar mi luz y mi
poder vitalizador en su corazón. Debo prepararlo para que reciba la verdad
ungiéndolo con el colirio celestial. El ve demasiadas cosas. Su vista no está
fija en mí, su Señor y su Redentor”.
Algunas veces el Señor se abre camino hacia el alma mediante un proceso
doloroso para la humanidad. Se ve obligado a fortificar el alma contra la
estimación de sí misma y contra la confianza en sí misma, para que el obrero
no considere como virtudes los fracasos y las debilidades de su naturaleza no
santificada, y así se arruine por la exaltación de sí mismo.
Si aquellos que pretenden creer las grandes verdades para este tiempo se
prepararan investigando las Escrituras, orando fervientemente, y ejercitando la
fe, se colocarían a sí mismos adonde pudieran recibir la luz que tanto anhelan.
... La elocuencia del silencio delante de Dios a menudo es indispensable. Si se
mantiene la mente en una excitación continua, se impide que el oído escuche la
verdad que el Señor quiere comunicar a sus amados. Cristo aleja a sus hijos de
aquello que retiene su atención, para que contemplen su gloria.—
Manuscrito
94, 1897, pp. 13, 14
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