Página 365 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Es hora de despertar, 6 de diciembre
Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño;
porque ahora nos está más cerca nuestra salud que cuando creímos.
Romanos 13:11
.
La gran controversia está llegando a su final. Cada informe de calamidad
que ocurre en el mar o en la tierra es un testimonio del hecho de que el fin de
todas las cosas está por sobrevenir. Las guerras y los rumores de guerras así lo
declaran. El Señor viene. Oímos los pasos de un Dios que se acerca.—
The
Review and Herald, 12 de noviembre de 1914
.
No debería permitirse que este conocimiento de la cercanía de la venida
de Cristo pierda su fuerza, y que nos tornemos descuidados y desatentos, y
caigamos en el sueño—en una insensibilidad e indiferencia a las realidades.
En el sueño estamos en un mundo irreal, y no somos sensibles a las cosas que
ocurren a nuestro alrededor. ...
Hay quienes tienen la deslumbradora luz de la verdad brillando a su
alrededor, y sin embargo permanecen insensibles a ella. Están encantados por
el enemigo, mantenidos bajo un hechizo por su poder fascinador. No se están
preparando para ese gran día que pronto ha de sobrevenir en nuestro mundo.
Parecen completamente insensibles a la verdad religiosa.
¿No hay algunos jóvenes que están despiertos? Aquellos que ven que
la noche se aproxima, y también la mañana, deberían trabajar con energía
incansable para despertar a sus amigos que duermen. ¿No pueden experimentar
su peligro, orar por ellos, y mostrarles por su propia fe y carácter que creen que
Cristo vendrá pronto? ... El hecho de que disminuye rápidamente el tiempo
entre nosotros y la eternidad debería impresionarnos profundamente. Cada
día que pasa es uno menos que nos queda para completar nuestra obra de
perfeccionar un carácter. ...
Mientras muchos permanecen dormidos, y muchos desperdician las precio-
sas horas en descuidada indiferencia, podríamos decir en el mismo borde del
mundo eterno, aquellos que creen deben ser sobrios, deben despertar, deben
ser fervientes y diligentes y velar en oración. ...
Queridos jóvenes, ¿tenéis vuestras lámparas preparadas y ardiendo?—
The
Youth’s Instructor, 25 de agosto de 1886, pp. 135
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