Página 373 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

Basic HTML Version

Firmes en un mundo conmovido, 14 de diciembre
A Jehová he puesto siempre delante de mí: porque está a mi diestra no
seré conmovido.
Salmos 16:8
.
Estamos viviendo en un tiempo de peligro, cuando la impiedad es algo
común. Aun los cristianos profesos no creen en sus Biblias. La verdad de
la Palabra de Dios es demasiado sencilla y clara para ellos. ... Las ideas
anticristianas, las costumbres, y las prácticas impías prevalecen, y aun se las
quiere hacer aparecer como cristianas; pero lo que es de más valor, lo que Dios
estima más, es tratado con desprecio. Bien pueden preguntar los temerosos de
Dios: ¿Cuál será el fin de estas cosas? El amor por Cristo y el amor de unos a
otros está desapareciendo rápidamente de los corazones de los hombres. ...
La perversidad prevalece por todas partes, porque Satanás ha descendido
teniendo grande ira, sabiendo que tiene poco tiempo. Es un obrero perseveran-
te, diligente, e incansable, y si alguna vez hubo un tiempo cuando los hombres
necesitaron la presencia de Cristo a su mano derecha, es ahora. ... Necesitamos
al Capitán de nuestra salvación continuamente a nuestro lado.
Hay, y continuará habiendo, agitación a nuestro alrededor, porque los
reinos del mundo no quedarán en reposo. Nunca hubo un tiempo cuando fué
más fuerte la tentación de negar a Cristo en espíritu y en comportamiento, y
esta tentación aumentará en poder a medida que nos aproximemos al fin. A
los hombres les sobrevendrán tentaciones fuertes y abrumadoras. Las falsas
doctrinas y fábulas se presentarán como verdad bíblica, para que los hombres
las acepten; y si fuera posible, engañarían aun a los escogidos. ¿Pero, es
tiempo de que nuestro amor se enfríe cuando abunda la iniquidad? ¿Es éste un
tiempo para estar tranquilos? ¿Es éste tiempo para separarse de Dios, nuestro
Consejero?
El fin de todas las cosas está cerca. El día de Dios se apresura velozmente.
El mundo está lleno de crimen, de angustia y de tristeza. Ocurren calamidades
en la tierra y en el mar. Las tormentas y las tempestades hacen que sea inseguro
separarnos de Dios durante un solo momento. Únicamente aquellos que viven
por fe en esta vida de prueba, serán capaces de permanecer en el día de la
tribulación, cuando sea movido todo lo que puede moverse, pero ellos estarán
seguros y permanecerán inconmovibles.—
The Youth’s Instructor, 19 de julio
de 1894, pp. 228
.
[357]
369