Página 43 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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El hombre es más precioso que el oro, 2 de febrero
Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ophir al
hombre.
Isaías 13:12
.
Pocos aprecian el valor del hombre, y la gloria que redundaría en honor
a Dios, si el ser humano cultivara y conservara la pureza, la nobleza y la
integridad de carácter. ...
El corto espacio de tiempo que se le ha asignado al hombre aquí en la
tierra, es sumamente valioso. Y mientras dura el tiempo de prueba, Dios se
propone unir su fortaleza con la debilidad del hombre finito. ... Aquellos
que en verdad aman a Dios, desearán mejorar en los talentos que él les ha
dado, para que resulten en bendición para otros. Y pronto las puertas del
cielo se abrirán ampliamente para admitirlos, y de los labios del Rey de gloria
surgirá la bendición, que sonará a sus oídos como la música más delicada:
“Venid, benditos de mi Padre, poseed el reino destinado para vosotros desde
la fundación del mundo”.
Mateo 25:34
.
Así los redimidos serán bienvenidos a las mansiones que Jesús está pre-
parando para ellos. Allá no serán sus compañeros los viles de la tierra—los
mentirosos, los idólatras, los impuros, los incrédulos—sino que se asociarán
con aquellos que han vencido a Satanás y a sus artimañas, y con la ayuda
divina, han formado caracteres perfectos. Toda tendencia pecaminosa, toda
imperfección que nos aflige aquí, ha sido quitada por la sangre de Cristo; y
la excelencia y el brillo de su gloria, que excede en mucho el brillo del sol
en su esplendor meridiano, les es impartida. Y la belleza moral, la perfección
de su carácter, brilla a través de ellos con un brillo que excede este esplen-
dor exterior. Están sin falta alrededor del gran trono blanco. Están sin falta,
compartiendo la dignidad y el privilegio de los ángeles.
“Cosas que ojo no vió, ni oído oyó, y que jamás entraron en pensamiento
humano, las cosas grandes que ha preparado Dios para los que le aman”.
1
Corintios 2:9 (VM)
. En vista de la gloriosa herencia que puede ser suya, “¿qué
recompensa dará el hombre por su alma?”.
Mateo 16:26
. Puede ser pobre,
sin embargo posee en sí mismo una riqueza y dignidad, que el mundo nunca
puede conceder. El alma redimida y limpiada del pecado, con todas sus nobles
facultades dedicadas al servicio de Dios, es de un valor incalculable.—
The
Signs of the Times, 3 de abril de 1884
.
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