Página 46 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

Basic HTML Version

Dios reclama su propiedad, 5 de febrero
Y ahora, así dice Jehová Criador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh
Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.
Isaías 43:1
.
Todo hombre y mujer ha recibido el rescate pagado por Jesús: “No sois
vuestros. Habéis sido comprados por precio” con la preciosa sangre del Hijo
de Dios.—
Manuscrito 42, 1890, pp. 12
.
Nos entreguemos o no al Señor, siempre le pertenecemos. No sois vues-
tros; habéis sido comprados por precio. Somos del Señor por creación, y le
pertenecemos por redención. Por lo tanto, no tenemos derecho a pensar que
podamos hacer lo que nos plazca. Todo lo que manejamos le pertenece al
Señor. Por derecho propio nada nos pertenece, ni aun la existencia. Todo
nuestro dinero, tiempo y talentos, son de Dios, y nos han sido prestados para
que podamos cumplir la obra que él nos ha dado. El nos ha dejado el encargo:
“Negociad entre tanto que vengo”.
Lucas 19:13
.—
Carta 97, 1898, pp. 8, 9
.
No os ocupéis en serviros a vosotros mismos, y en haceros indiferentes
a las demandas de Dios sobre vosotros. Sois propiedad suya. ... Jesús os ha
comprado a un costo infinito. Vuestros pensamientos debieran mantenerse
puros; le pertenecen al Señor. Dadlos a él. No podemos merecer nada de Dios.
No podemos darle ninguna cosa que no sea suya. ¿Le negaremos a Dios lo que
le pertenece? No le robemos a Dios, y no empeñemos en el mundo el tiempo
de Dios, sus talentos, y su fortaleza. El pide vuestros afectos; dádselos. Le
pertenecen. El pide vuestro tiempo, momento a momento; dádselo. Es suyo.
El pide vuestro intelecto; dádselo. Le pertenece. ...
Dios quiere su propiedad. Cuando le hayamos dado a Dios el alma, el
cuerpo y el espíritu; cuando hayamos mantenido el apetito bajo el control
de la conciencia iluminada, y luchado contra toda pasión, demostrando que
consideramos cada órgano como la propiedad de Dios, destinada a su servicio;
cuando todos los afectos se muevan en armonía con la mente de Dios, ...
entonces le habremos dado a Dios lo que le pertenece. Oh Dios, “porque todo
es tuyo, y lo recibido de tu mano te damos”.
1 Crónicas 29:14
.—
Carta 23,
1873
.
[45]
42