Página 63 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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El amor con Cristo, 22 de febrero
Porque tal pontífice nos convenía: santo, inocente, limpio, apartado de
los pecadores, y hecho más sublime que los cielos.
Hebreos 7:26
.
El carácter de Cristo tuvo una excelencia sin parangón, conteniendo todo lo
que fuera puro, verdadero, amable y deseable. En ninguna parte encontramos
que haya visitado una reunión de placer o un salón de baile, y sin embargo
era el ejemplo perfecto de una conducta amable y cortés. Cristo no era ningún
novicio; se distinguía por las elevadas facultades intelectuales que poseía,
aun desde el comienzo de su vida. Su juventud no fué desperdiciada en la
indolencia, y tampoco fué desperdiciada en placeres sensuales, indulgencia
propia, o malgastada en cosas sin provecho. Ninguna de sus horas de la niñez
a la virilidad, fué malgastada, ninguna fué malversada. ...
Jesús no tenía pecado, y no temía las consecuencias del pecado. Con esta
excepción, su condición era como la vuestra. Vosotros no tenéis una dificultad,
que no haya gravitado con el mismo peso sobre él, no tenéis una tristeza que
su corazón no haya experimentado. Sus sentimientos podían ser heridos, por
el descuido y la indiferencia de sus amigos profesos, tan fácilmente como
los vuestros. ¿Es espinoso vuestro camino? El de Cristo lo fué diez veces
más. ¿Estáis angustiados? También él lo estuvo. ¡Con cuánta propiedad Cristo
puede ser nuestro ejemplo! ...
El registro inspirado dice de él: “Y Jesús crecía en sabiduría, y en edad, y
en gracia para con Dios y los hombres”.
Lucas 2:52
. A medida que aumentaba
en años, también crecía en conocimiento. Vivía temperantemente. Sus horas
preciosas no fueron malgastadas en placeres disipadores. Tenía un cuerpo
verdaderamente saludable y verdaderos poderes mentales. Las facultades
físicas y mentales podían expandirse y desarrollarse como las vuestras, o
como las de cualquier otro joven. Su estudio era la Palabra de Dios, como
debiera ser el vuestro.
Tomad a Jesús como vuestra norma, imitad su vida. Enamoraos de su ca-
rácter. Andad como Cristo anduvo. Vuestras facultades intelectuales recibirán
un refuerzo, vuestros pensamientos se ampliarán cuando pongáis vuestras
facultades en vigoroso contacto con las cosas eternas, que son intrínsecamente
grandiosas.—
Carta 17, 1878, pp. 4, 5
.
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