Página 89 - Nuestra Elevada Vocacion (1962)

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Plena provisión para el perdón, 18 de marzo
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salvará a los
contritos de espíritu.
Salmos 34:18
.
No penséis que porque habéis cometido errores tenéis que estar siempre
bajo condenación, porque esto no es necesario. ...
¿Miraremos a nuestros pecados, y comenzaremos a quejarnos, y a decir:
“He hecho mal y no puedo acudir a Dios con confianza”? ¿No dice la Biblia:
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone
nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad”?
1 Juan 1:9
. Es bueno que
comprendamos el terrible carácter del pecado. Fué el pecado el que hizo que
Cristo sufriera la muerte ignominiosa del Calvario. Pero mientras debemos
comprender que el pecado es algo terrible, no debiéramos prestar atención a la
voz del adversario, quien dice: “Has pecado, y no tienes derecho de reclamar
las promesas de Dios”. Debierais decirle al adversario: “Escrito está ‘Abogado
tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo’
1 Juan 2:1
”. ...
El salmista dice: “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Con-
fesaré, dije, contra mí mis rebeliones a Jehová; y tú perdonaste la maldad
de mi pecado”.
Salmos 32:5
. ... Esta es la clase de experiencia que nosotros
debiéramos tener.—
Carta 97, 1895, pp. 8-10
.
David fué perdonado de sus transgresiones porque humilló su corazón
delante de Dios en arrepentimiento y contrición de alma, y creyó que se cum-
pliría la promesa de que Dios perdonaría. Confesó su pecado, se arrepintió y se
convirtió. En el arrobamiento que le producía la seguridad del perdón, excla-
mó: “Bienaventurado aquel cuyas iniquidades son perdonadas, y borrados sus
pecados. Bienaventurado el hombre a quien no imputa Jehová la iniquidad”.
Salmos 32:1, 2
. La bendición viene a causa del perdón; el perdón viene por
la fe de que el pecado confesado, y del cual la persona se ha arrepentido, es
llevado por el gran Portador del pecado. Así, de Cristo proceden todas nuestras
bendiciones. Su muerte es su sacrificio expiatorio para todos nuestros pecados.
El es el gran Medio a través del cual recibimos la misericordia y el favor de
Dios.—
Manuscrito 21, 1891
.
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