Página 152 - Obreros Evang

Basic HTML Version

Consejos a un evangelista
Estimado Hermano:
... Tengo este mensaje del Señor para Vd.: Sea bondadoso en sus
palabras, amable en sus acciones. Vigílese con cuidado, porque está
inclinado a ser severo y autoritario, y a hablar con dureza. El Señor
le habla diciendo: Velad y orad para que no caigáis en tentación.
Las expresiones duras entristecen al Señor; las palabras imprudentes
hacen daño. Se me ha encargado que le diga: Sea amable al hablar;
cuide sus palabras; no deje entrar la dureza en sus expresiones ni
en sus ademanes. Ponga en todo lo que haga o diga la fragancia
de un carácter semejante al de Cristo. No deje que algunos rasgos
naturales de carácter echen a perder su obra. Vd. ha de ayudar a
fortalecer a los tentados. No deje aparecer el yo en palabras duras.
Cristo dió su vida por la grey, y por todos aquellos por quienes Vd.
trabaja. No permita que ninguna palabra suya haga que las almas se
desvíen en la mala dirección. El carácter del ministro de Cristo debe
revelar semejanza con el de Cristo.
Las expresiones duras e intolerantes no armonizan con la obra
que Cristo confió a sus ministros. Cuando su experiencia diaria sea
la de uno que mira a Jesús y aprende de él, Vd. revelará un carácter
sano y armonioso. Suavice sus manifestaciones, y no pronuncie
palabras de condenación. Aprenda del gran Maestro. Las palabras
de bondad y simpatía serán benéficas como una medicina. Y sanarán
las almas desesperadas. El conocimiento de la Palabra de Dios
puesto en práctica en la vida tendrá un poder sanador y suavizador.
[173]
La dureza de palabras no reportará nunca bendición ni a Vd. ni a
ninguna otra alma.
Hermano mío, Vd. ha d e ser un exponente de la mansedumbre,
paciencia y bondad de Cristo. En sus discursos ante el público, sean
sus manifestaciones semejantes a las de Cristo. “La sabiduría que es
de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna,
llena de misericordia y de buenos frutos.
Vele y ore, y refrene la
Santiago 3:17
.
148