Página 155 - Obreros Evang

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Sugestiones prácticas
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Los que tengan un correcto concepto del carácter y la obra de
Cristo, no llegarán a sentir suficiencia o ensalzamiento propios. La
debilidad e ineficiencia de sus esfuerzos, en contraste con los del
Hijo de Dios los mantendrán humildes, desconfiados de si mismos,
y los inducirán a confiar en Cristo para obtener la fuerza necesaria
para hacer su obra. El espaciarse habitualmente en Cristo y sus
méritos perfectos, aumenta la fe, vigoriza el poder de discernimiento
espiritual, fortalece el deseo de imitarlo y pone en la oración un
fervor que la hace eficaz.
* * * * *
Anécdotas irrespetuosas
—Los predicadores no deben acostum-
brarse a relatar anécdotas irrespetuosas en conexión con sus sermo-
nes: porque esto resta fuerza a la verdad presentada. El relato de
anécdotas e incidentes que hacen reír o provocan un pensamiento
ligero en la mente de los oyentes es severamente censurable. La ver-
dad debe revestirse de un lenguaje casto y digno; y las ilustraciones
empleadas deben ser de igual carácter.
* * * * *
Cómo vencer la falta de atención
—Muchas veces el predicador
está obligado a predicar en una sala demasiado llena y calentada.
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Los oyentes se vuelven soñolientos, sus sentidos se embotan, y les
es casi imposible comprender las verdades presentadas.
Si, en vez de predicarles, el predicador trata de enseñarles, ha-
blando en tono de conversación, y dirigiéndoles preguntas, sus men-
tes se despertarán y estarán activas, y podrán comprender más clara-
mente las palabras pronunciadas.
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Las congregaciones pequeñas
—No os desalentéis cuando haya
pocos presentes para escuchar un discurso vuestro. Aun cuando
tengáis tan sólo dos o tres oyentes, ¿quién puede saber si el Espíritu
Santo no contiende con alguno? El Señor puede daros un mensaje
para aquella alma, y ella, una vez convertida, puede ser el medio de
alcanzar a otros. Aunque completamente desconocidos de vosotros,