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Una división del trabajo
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Preparación de ayudantes de iglesia
El predicador no debe tener el sentimiento de que debe encargar-
se por sí mismo de toda la obra de predicación, trabajo u oración;
debe educar personas que le ayuden en ello en toda iglesia. Túrnense
diferentes personas para dirigir las reuniones o los estudios bíblicos;
y mientras lo hagan estarán poniendo en uso los talentos que Dios
les dió, y al mismo tiempo preparándose como obreros.
“En ciertos respectos el pastor ocupa una posición semejante
a la del capataz de una cuadrilla de trabajadores o del capitán de
la tripulación de un buque. Se espera que ellos velen porque los
hombres que están a su cargo hagan correcta y prontamente el
trabajo a ellos asignado, y únicamente en caso de emergencia han
de atender a detalles.
“El propietario de una gran fábrica encontró una vez a su capataz
en la fosa de un volante, haciendo algunas reparaciones sencillas,
mientras que media docena de obreros de esa sección estaban de pie
a un lado, mirando ociosamente. El propietario, después de averiguar
los hechos, para tener la seguridad de no ser injusto, llamó al capataz
a su oficina y le entregó su cesantía con su salario. Sorprendido, el
capataz pidió una explicación. Le fué dada en estas palabras: ‘Lo
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contraté para mantener a seis hombres ocupados. Encontré a los seis
ociosos, y a Vd. haciendo el trabajo de uno solo. Lo que hacía podría
haber sido hecho igualmente por cualquiera de los seis. No puedo
pagar el salario de siete hombres para que Vd. enseñe a seis de ellos
a holgar.’
“Este incidente puede aplicarse a algunos casos, pero no a otros.
Pero muchos pastores fracasan al no saber, o no tratar de conseguir
que todos los miembros de la iglesia se empeñen activamente en
los diversos departamentos de la obra de la iglesia. Si los pastores
dedicasen más atención a conseguir que su grey se ocupe activamente
en la obra y a mantenerla así ocupada, lograrían mayor suma de
bien, tendrían más tiempo para estudiar y hacer visitas religiosas, y
evitarían también muchas causas de irritación.”
Algunos, por causa de inexperiencia, cometerán errores, pero
debe demostrárseles bondadosamente cómo pueden hacer mejor su
trabajo. Así puede el pastor educar a hombres y mujeres a llevar
responsabilidades en la buena obra que tanto sufre por falta de obre-