Página 297 - Obreros Evang

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Palabras de prevención
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hombre por el cual viene el escándalo!
Pero no porque haya de ha-
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ber escándalos, debemos excitar el temperamento natural de los que
no aman la verdad, por palabras imprudentes y por la manifestación
de un espíritu desprovisto de bondad.
La verdad preciosa debe ser presentada con su fuerza natural. Se
han de desenmascarar los errores engañosos que están muy difundi-
dos, y que tienen cautivo al mundo. Se está haciendo todo esfuerzo
posible para entrampar a las almas con sutiles razonamientos, para
desviarlas de la verdad a las fábulas, y prepararlas para ser engaña-
das por fuertes seducciones. Pero aunque estas almas engañadas se
aparten de la verdad al error, no les habléis una palabra de censura.
Tratad de mostrarles su peligro, y de revelarles cuán penosa es para
Jesucristo su conducta; pero sea hecho esto con ternura compasiva.
Trabajando de la debida manera, algunas de las almas que están
entrampadas por Satanás podrán ser arrebatadas de su poder. Pero
no las inculpemos ni condenemos. El ridiculizar las ideas de los que
están en error, no abrirá sus ojos ciegos, ni los atraerá a la verdad.
Cuando los hombres pierden de vista el ejemplo de Cristo, y no
imitan su manera de enseñar, se engríen, y salen a hacer frente a
Satanás con sus propias armas. El enemigo sabe muy bien cómo
volver sus armas contra los que las usan. Jesús dijo únicamente
palabras de pura verdad y justicia.
Si hubo alguna vez un pueblo que necesitaba andar en humildad
delante de Dios, es su iglesia, sus escogidos en esta generación.
Todos necesitamos deplorar el embotamiento de nuestras facultades
intelectuales, la falta de aprecio de nuestros privilegios y oportu-
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nidades. No tenemos nada de qué jactarnos. Agraviamos al Señor
Jesucristo por nuestra dureza, por nuestras expresiones hirientes tan
contrarias al espíritu de Cristo. Necesitamos volvernos completos
en él.
Es cierto que se nos ordena: “Clama a voz en cuello, no te deten-
gas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión
y a la casa de Jacob su pecado.
Este mensaje debe ser dado; pero
debemos tener cuidado de no herir, lastimar y condenar a los que no
tienen la luz que nosotros tenemos. No debemos perder la línea y
Mateo 18:7
.
Isaías 58:1
.