Página 89 - Obreros Evang

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“Procura con diligencia”
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No olviden nunca los que están preparándose para el ministerio
que la preparación del corazón es, entre todas, la más importante.
Ninguna cantidad de cultura mental o preparación teológica puede
reemplazarla. Los brillantes rayos del Sol de justicia deben resplan-
decer en el corazón del obrero y purificar su vida, antes que la luz
del trono de Dios pueda reflejarse sobre él para iluminar a aquellos
que están en tinieblas.
* * * * *
Durante la noche muchas escenas pasaron delante de mí, y me
fueron aclarados muchos puntos acerca de la obra que hemos de
hacer por nuestro Maestro, el Señor Jesucristo. Fueron pronunciadas
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palabras por Uno que tiene autoridad, y trataré de repetir en palabras
humanas las instrucciones dadas con referencia a la obra que se ha
de hacer. Dijo el Mensajero celestial:
El ministerio se está debilitando porque hay hombres que asu-
men la responsabilidad de predicar sin haber obtenido la preparación
necesaria para esta obra. Muchos han cometido un error al recibir
credenciales. Tendrán que emprender obra para la cual estén mejor
calificados que para la predicación de la Palabra. Se les paga con
los diezmos, pero sus esfuerzos son débiles, y no deben seguir sien-
do pagados de este fondo. De muchas maneras el ministerio está
perdiendo su carácter sagrado.
Aquellos que son llamados al ministerio de la palabra deben ser
obreros fieles y abnegados. Dios llama a hombres que se den cuenta
de que deben hacer ardorosos esfuerzos, hombres que pongan en sus
labores meditación, celo, prudencia, capacidad y los atributos del
carácter de Cristo. La salvación de las almas es una obra vasta, que
exige el empleo de todo talento, de todo don de la gracia. Aquellos
que estén empeñados en ella deben aumentar constantemente en efi-
ciencia. Deben tener un ferviente deseo de fortalecer sus facultades,
sabiendo que serán débiles si no reciben una provisión de gracia
constantemente creciente. Deben tratar de alcanzar resultados siem-
pre mayores en su obra. Cuando tal sea la experiencia de nuestros
obreros, se verán frutos. Entonces muchas almas serán ganadas para
la verdad.
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