Página 101 - El otro Poder (1996)

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La circulación de nuestras revistas
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esfuercen por conseguir suscritores para el
Watchman
y la
Review
,
porque estas publicaciones contienen asuntos importantes para este
tiempo.—
Carta 93, 1905
.
Promover
The Watchman
—Se ha hecho la pregunta: ¿Debería
el
Watchman
distribuirse fuera de los estados sureños? Una noche
me pareció estar en una reunión donde se analizaba esta pregunta.
Algunos alegaban que no sería sabio hacer esfuerzos para impulsar la
circulación del
Watchman
en todo el campo. Decían que
The Review
and Herald
y
The Signs of the Times
deberían tener la prioridad, y
no debería permitirse que el
Watchman
interfiriera la circulación de
esas dos revistas que habían estado por tanto tiempo en el campo.
Pensaban que nuestra obra con el
Watchman
debería limitarse a los
estados sureños.
Algunos quedaron muy asombrados por estas propuestas. Un
miembro respetable de la comisión se puso de pie y dijo: “El Señor
Dios de Israel ve el egoísmo del corazón humano. Quienes están
interesados en las dos publicaciones más antiguas deben precaverse
[136]
contra el deseo de permitir que planes egoístas encuentren lugar en
su obra. El
Watchman
ha de tener un lugar en el campo. Lleva el
mensaje de la verdad tan ciertamente como lo hacen la
Review
y
Signs
. Tengan cuidado de no interferir con la obra del
Watchman”..
.
Una obra para hacer
—Recuerden quienes tuvieron éxito con
la circulación de
Signs
y
Review
que
Watchman
también tiene una
obra que hacer. Logrará mucho bien si se le da la oportunidad de
hacer la obra asignada en todas partes del mundo. Su campo es
doquier puedan encontrarse suscripciones a ella.—
Carta 351, 1904
.
Nuestras revistas de salud
—La circulación de nuestras publi-
caciones de salud es una obra de gran importancia. Es una obra en la
cual debieran interesarse vivamente todos los que creen las verdades
especiales para este tiempo. Dios desea que ahora, como nunca an-
tes, las mentes de la gente sean estimuladas profundamente para que
investiguen el gran asunto de la temperancia y los principios que
yacen bajo la verdadera reforma pro salud. La vida física debe ser
cuidadosamente educada, cultivada y desarrollada, para que por me-
dio de los hombres y las mujeres se revele plenamente la naturaleza
divina. Tanto las facultades físicas como las mentales, incluyendo
los afectos, deben educarse a fin de que alcancen la eficiencia más
elevada.