Página 18 - El otro Poder (1996)

Basic HTML Version

14
El otro Poder
sea para escribir o para hablar, les dice: “Tu obra es predicar la
Palabra”.
La tarea de presentar a la gente las cosas comunes que ocurren a
nuestro alrededor o las noticias del día, no es la obra de la verdad
presente. Nuestra misión es llenar cada página de material escrito
con alimento espiritual. “¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?”
Jeremías 23:28
. Todas estas cosas comunes son muy baratas, y a
menudo son alimento rancio para quienes están hambrientos de
maná celestial.—
Manuscrito 95, 1898
.
No en la forma de un romance
—Estamos viviendo en un pe-
ríodo importante de la historia de este mundo. Debe hacerse una
gran obra en poco tiempo. Siento una abrumadora sensación por la
condición de nuestro mundo...
Nuestro mundo está en tiempo de recoger las más nefastas con-
secuencias. Vemos la necesidad de comprender la instrucción dada
en la Escritura. La vida religiosa no ha de ser representada desde
[22]
el púlpito o en nuestros periódicos como un romance. Me duele el
alma ver la verdad más importante presentada a nuestra gente en
la forma de un romance en las publicaciones que salen de nuestras
prensas. Sean los artículos de nuestras revistas para esta hora, cuan-
do los intereses de las personas están en juego, de un carácter tal que
despierten a esos seres a sentir el peligro. En este tiempo, la verdad
bíblica ha de hacer una impresión solemne sobre los corazones. Los
hechos auténticos de la verdad han de ser presentados como salieron
de los labios del mayor Maestro que el mundo alguna vez conoció.
La novedad y el romance no honran nuestras publicaciones.
Me apeno y me consumo al ver las producciones de la prensa que
rebajan la verdad como no debería ser rebajada. Cuanto menos de
esto contengan nuestras publicaciones, tanto mayor influencia tendrá
sobre las mentes la verdad genuina y sagrada relacionada con las
escenas que han de ocurrir.
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque
todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su
vida por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre,
si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa
dará el hombre por su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en