Página 61 - El otro Poder (1996)

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Publicación de declaraciones conflictivas
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y santificadas. El puede llevar a los que está preparando para la
traslación al cielo, a alturas mayores de conocimiento y a visiones
más amplias de la verdad. La razón por la que el Señor puede hacer
tan poco por quienes están manejando verdades importantes es que
muchos mantienen esas verdades separadas de su vida. Las sostie-
nen en injusticia. Sus manos no están limpias, sus corazones están
contaminados con el pecado, y si el Señor obrara por ellos con el
poder de su Espíritu que corresponda en magnitud con la verdad que
ha dado a conocer, sería como si el Señor sancionara el pecado.
Nuestro pueblo debería entretejer con su experiencia y carácter
conceptos más elevados de Dios, su santidad y el plan de redención,
llevándolos a su vida práctica. El lavamiento de las ropas del ca-
rácter en la sangre del Cordero es una obra que debemos realizar
con fervor mientras todo defecto de carácter debe ser puesto a un
lado. Así estaremos obrando nuestra propia salvación con temor y
temblor. El Señor está trabajando en nosotros tanto el querer como
el hacer por su buena voluntad. Necesitamos que Jesús more en
nuestro corazón, y sea en él un manantial constante y vivificador.
Entonces, las corrientes que fluyan de ese manantial serán puras,
dulces, celestiales y anticiparán el cielo a los que son humildes de
corazón.
Cierren las puertas a las diferencias
—Dentro de poco se ha-
blará y se escribirá mucho más que ahora acerca de las verdades
relacionadas con la segunda venida de Cristo en las nubes de los cie-
los. Ha de cerrarse toda puerta que conduzca a puntos de diferencia
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y de debate entre los hermanos. Si el hombre viejo fuera eliminado
de cada corazón, habría una mayor seguridad en la discusión; pero
ahora el pueblo necesita algo de un carácter diferente. Hay muy
poco del amor de Cristo en los corazones de los que pretenden creer
la verdad. Cuando todas sus esperanzas se centren en Jesucristo,
cuando su Espíritu sature el ser, habrá unidad, aunque no todas las
ideas sean exactamente iguales en todos los puntos.
Todavía se entiende la Biblia muy confusamente. Aun el estudio
de sus sagradas revelaciones durante toda la vida, con oración, dejará
muchas cosas sin explicar. Se necesita la operación profunda del
Espíritu de Dios sobre el corazón para modelar el carácter, abrir
la comunicación entre el cielo y el alma, antes que las profundas
verdades sean desentrañadas. El hombre tiene que aprender mucho