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La Oración
deben orar. Será únicamente obteniendo la ayuda de Dios como
podremos obtener la victoria sobre nosotros mismos.
Cada mañana consagraos a Dios con vuestros hijos. No contéis
con los meses ni los años; no os pertenecen. Solo el día presente es
vuestro. Durante sus horas, trabajad por el Maestro, como si fuese
vuestro último día en la tierra. Presentad todos vuestros planes a
Dios, a fin de que él os ayude a ejecutarlos o abandonarlos según
lo indique su Providencia. Aceptad los planes de Dios en lugar
de los vuestros, aun cuando esta aceptación exija que renunciéis
a proyectos por largo tiempo acariciados. Así, vuestra vida será
siempre más y más amoldada conforme al ejemplo divino, y “la
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paz de Dios, que sobrepuja todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.
Filipenses
4:7
.—
Testimonios para la Iglesia 7:46
.
Abraham oraba con fe a pesar de las circunstancias
Abraham no podía explicar la dirección de la Providencia; sus
esperanzas no se habían cumplido; pero mantuvo su confianza en
la promesa: “Y bendecirte he, y engrandeceré tu nombre, y serás
bendición”.
Génesis 12:2
. Con oraciones fervientes consideró la
manera de preservar la vida de su pueblo y de su ganado, pero no
permitió que las circunstancias perturbaran su fe en la palabra de
Dios.—
Conflicto y Valor, 45
.
Dos de los mensajeros celestiales se marcharon dejando a
Abraham solo con Aquel a quien reconocía ahora como el Hijo
de Dios. Y el hombre de fe intercedió en favor de los habitantes de
Sodoma. Una vez los había salvado mediante su espada, ahora trató
de salvarlos por medio de la oración. Lot y su familia habitaban aún
allí; y el amor desinteresado que movió a Abraham a rescatarlo de
los elamitas, trató ahora de salvarlo de la tempestad del juicio divino,
si era la voluntad de Dios.
Con profunda reverencia y humildad rogó: “He aquí ahora que
he comenzado a hablar a mi Señor, aunque soy polvo y ceniza”.
En su súplica no había confianza en sí mismo, ni jactancia de su
propia justicia. No pidió un favor basado en su obediencia, o en
los sacrificios que había hecho en cumplimiento de la voluntad de
Dios. Siendo él mismo pecador, intercedió en favor de los pecadores.