La oración intercesora
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sean bendecidos por él, y lleguen a ser fieles obreros en su causa.
Cuando los padres cumplen sus deberes, en la forma indicada por
Dios, pueden sentirse seguros de que sus súplicas por ayuda en la
obra del hogar serán concedidas.—
The Signs of the Times, 4 de
mayo de 1888
.
Velad continuamente para detener la corriente y rechazar el peso
del mal que Satanás está echando sobre vuestros hijos. Los niños
no pueden hacer esto de por sí, pero los padres pueden hacer mu-
cho. Mediante la oración ferviente y la fe viva, ganarán grandes
victorias.—
Joyas de los Testimonios 1:147
.
Para hacer debidamente su obra, se requieren de ella [la madre]
talento, habilidad, paciencia, cuidado reflexivo, desconfianza propia
y oración ferviente. Procure cada madre cumplir sus obligaciones
por esfuerzo perseverante. Lleve a sus pequeñuelos en los brazos
de la fe a los pies de Jesús, y cuéntele su gran necesidad y pídale
sabiduría y gracia.—
Consejos para los Maestros Padres y Alumnos
acerca de la Educación Cristiana, 122
.
[299]
El esfuerzo concienzudo, la oración y la fe, cuando están unidos
a un correcto ejemplo no serán infructíferos. Presentad vuestros
hijos a Dios con fe, y procurad impresionar sus mentes susceptibles
con un sentido de sus obligaciones hacia su Padre celestial.—
La
Temperancia, 139
.
No espere que se realice ningún tipo de cambio en sus hijos sin
una labor paciente y esmerada, mezclada con oraciones fervientes.
El estudiar y comprender sus caracteres variados, y día tras día mol-
dearlos de acuerdo al divino Modelo, es una obra que requiere gran
diligencia y perseverancia, con mucha oración, y una fe constante en
las promesas de Dios.—
The Signs of the Times, 4 de mayo de 1888
.
Aun el lactante en los brazos de su madre, puede morar bajo
la sombra del Todopoderoso por la fe de su madre que ora.—
El
Deseado de Todas las Gentes, 473
.
Padres y madres, ¿no se dedicarán a su labor con energía, perseve-
rancia y amor? Siembren cada día la preciosa semilla, con oraciones
fervientes que Dios regará con el rocío de su gracia, y les concederá
una cosecha abundante. El Hijo de Dios murió para redimir a la raza
pecaminosa y rebelde. ¿Habremos de vacilar ante alguna tarea o
sacrificio a fin de salvar a nuestros propios hijos queridos?—
The
Signs of the Times, 24 de noviembre de 1881
.