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La oración diaria
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gracias cristianas crecerán. Tendrán nervios y músculos espirituales
y serán fuertes para trabajar por Dios. Tendrán claras percepciones
espirituales, una fe constante y creciente, y poder prevaleciente en
la oración. Los que velan por las almas, los que se consagran plena-
mente a la salvación de los que yerran, están ciertamente obrando
su propia salvación.—
Testimonios para la Iglesia 5:571, 572
.
Los ángeles anotan la oración matutina
—Todos tienen una
influencia sobre los caracteres y las mentes de otros para el bien o
para el mal. Y la influencia que usted ejerce está registrada en el
libro de memorias en el cielo. Un ángel le atiende, y toma registro de
sus palabras y acciones. Cuando se levanta en la mañana, ¿siente su
propia impotencia y su necesidad del poder de Dios? ¿Da a conocer
sus deseos a su Padre celestial humildemente y con corazón sincero?
Si es así, los ángeles anotan sus oraciones, y si esas oraciones no
han salido de labios fingidos, cuando está en peligro de hacer el
mal inconcientemente, y ejercer una influencia que llevará a otros a
hacer lo malo, su ángel de la guardia estará a su lado, instándole a
tomar un mejor curso de acción, escogiendo sus palabras para usted,
e influyendo en sus acciones.
Si siente que no hay ningún peligro, y si no ofrece ninguna
oración en busca de auxilio y fortaleza para resistir a la tentación,
seguramente se desviará; su descuido del deber se marcará en el
libro del Dios del cielo, y se lo hallará falto en el día del juicio.—
Testimonies for the Church 3:363, 364
.
La práctica de la oración diaria no debe seguirse en forma
descuidada
—El culto familiar no debiera ser gobernado por las
circunstancias. No habéis de orar ocasionalmente y descuidar la
oración en un día de mucho trabajo. Al hacer esto, inducís a vuestros
hijos a considerar la oración como algo no importante. La oración
significa mucho para los hijos de Dios y las acciones de gracias
debieran elevarse delante de Dios mañana y noche. Dice el salmista:
“Venid, aclamemos alegremente a Jehová; cantemos con júbilo a la
roca de nuestra salvación. Lleguemos ante su presencia con alabanza;
aclamémosle con cánticos”.
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Padres y madres, por muy urgentes que sean vuestros negocios,
no dejéis nunca de reunir a vuestra familia en torno del altar de Dios.
Pedid el amparo de los santos ángeles para vuestra casa. Recordad
que vuestros amados están expuestos a tentaciones.