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La Oración
toda imaginación impura y a todo pensamiento perverso, elevando
el alma a Dios mediante la oración sincera. Aquellos cuyo corazón
esté abierto para recibir el apoyo y la bendición de Dios, andarán
en una atmósfera más santa que la del mundo y tendrán constante
comunión con el cielo.
Necesitamos tener ideas más claras de Jesús y una comprensión
más completa de las realidades eternas. La hermosura de la santidad
ha de consolar el corazón de los hijos de Dios; y para que esto se
lleve a cabo, debemos buscar las revelaciones divinas de las cosas
celestiales.
Extiéndase y elévese el alma para que Dios pueda concedernos
respirar la atmósfera celestial. Podemos mantenernos tan cerca de
Dios que en cualquier prueba inesperada nuestros pensamientos se
vuelvan a él tan naturalmente como la flor se vuelve al sol.
[11]
Presentad a Dios vuestras necesidades, gozos, tristezas, cuidados
y temores. No podéis agobiarlo ni cansarlo. El que tiene contados
los cabellos de vuestra cabeza, no es indiferente a las necesidades
de sus hijos. “Porque el Señor es muy misericordioso y compasivo”.
Santiago 5:11
. Su amoroso corazón se conmueve por nuestras tris-
tezas y aún por nuestra presentación de ellas. Llevadle todo lo que
confunda vuestra mente. Ninguna cosa es demasiado grande para
que él no la pueda soportar; él sostiene los mundos y gobierna todos
los asuntos del universo.
Ninguna cosa que de alguna manera afecte nuestra paz es tan
pequeña que él no la note. No hay en nuestra experiencia ningún
pasaje tan oscuro que él no pueda leer, ni perplejidad tan grande que
él no pueda desenredar... Las relaciones entre Dios y cada una de
las almas son tan claras y plenas como si no hubiese otra alma por
la cual hubiera dado a su Hijo amado.—
El Camino a Cristo, 72, 73
(2003)
.
Un anticipo del cielo
—Descansad completamente en las ma-
nos de Jesús. Contemplad su gran amor, y mientras meditáis en su
abnegación, su infinito sacrificio hecho en nuestro favor a fin de que
creyéramos en él, vuestro corazón se llenará de santo gozo, tranquila
paz e indescriptible amor. Mientras hablamos de Jesús, mientras
lo invocamos en oración, se fortalece nuestra confianza de que es
nuestro Salvador personal y amante, y su carácter aparecerá cada
vez más hermoso... Podremos disfrutar de ricos festines de amor,