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La Oración
pide colaboradores, no personas que siempre cometan errores. Dios
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necesita hombres inteligentes, que piensen correctamente, a fin de
hacer la gran obra necesaria para la salvación de las almas.
Los mecánicos, los abogados, los negociantes, los hombres de
todos los oficios y profesiones, se educan a fin de llegar a dominar
su ramo. ¿Deben los que siguen a Cristo ser menos inteligentes,
y mientras profesan dedicarse a su servicio ignorar los medios y
recursos que han de emplearse? La empresa de ganar la vida eterna
es superior a toda consideración terrenal. A fin de conducir a las
almas a Cristo, debe conocerse la naturaleza humana y estudiarse la
mente humana. Se requiere mucha reflexión cuidadosa y ferviente
oración para saber cómo acercarse a los hombres y las mujeres a fin
de presentarles el gran tema de la verdad.—
Joyas de los Testimonios
1:454, 455
.
La oración logra más por la ganancia de las almas que las
meras palabras
—Satanás está en vuestro camino. Es un adversario
artero, y el espíritu maligno con que tropezáis en vuestro trabajo
es inspirado por él. Aquellos a quienes él dirige se hacen eco de
sus palabras. Si se pudiera descorrer el velo que cubre sus ojos, los
que trabajan de esta suerte verían a Satanás ejerciendo todas sus
artes para ganarlos para sí desviándolos de la verdad. En la tarea de
rescatar almas de sus engaños, se realizará mucho más por medio
de la oración humilde hecha con el espíritu de Cristo que utilizando
muchas palabras sin oración.—
El Colportor Evangélico, 113
.
Dios está llamando a jóvenes modestos, silenciosos, de mente
sobria, y hombres de edad madura bien equilibrados en sus princi-
pios, que puedan orar y también hablar, que se pongan en pie delante
de los de más edad y traten con respeto a las canas.
La causa de Dios está sufriendo por falta de obreros que tengan
comprensión y poder mental. Hermanos y hermanas, el Señor os
ha bendecido con facultades intelectuales capaces de vasto desa-
rrollo. Cultivad vuestros talentos con fervor perseverante. Educad
y disciplinad la mente por el estudio, la observación y la reflexión.
No podéis encontraros con la mente de Dios a menos que pongáis
en uso toda facultad. Las capacidades mentales se fortalecerán y
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desarrollarán si salís a trabajar con el temor de Dios, con humildad, y
con una ferviente oración. Un propósito resuelto realizará milagros.
Sed cristianos abiertos, firmes y decididos. Exaltad a Jesús, hablad