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La oración de fe
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o que le prediquéis un sermón, sino que, con un corazón afligido
a causa de vuestros pecados, digáis: “Sálvame, Señor, o pereceré”.
Para estas almas hay esperanza. Ellas buscarán, pedirán, golpearán
y encontrarán. Cuando Jesús haya quitado la carga del pecado que
quebranta el alma, experimentaréis la bendición de la paz de Cristo.—
Nuestra Elevada Vocación, 133
.
Dios responde con poder las oraciones de fe
—Cuando los
hombres sean tan consagrados como Elías y posean la fe que él
tenía, Dios se revelará como entonces. Cuando los hombres eleven
súplicas al Señor como Jacob, se volverán a ver los resultados que
se vieron entonces. Vendrá poder de Dios en respuesta a la oración
de fe.—
Obreros Evangélicos, 269
.
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Ha de comprenderse la ciencia de la oración
—La oración y
la fe están íntimamente ligadas y necesitan ser estudiadas juntas.
En la oración de fe hay una ciencia divina; es una ciencia que debe
comprender todo el que quiera tener éxito en la obra de su vida.
Cristo dice: “Todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis,
y os vendrá”. Él explica claramente que nuestra petición debe estar
de acuerdo con la voluntad de Dios; debemos pedir cosas que él
haya prometido y todo lo que recibamos debe ser usado para hacer
su voluntad. Cuando se satisfacen las condiciones, la promesa es
indubitable.
Podemos pedir perdón por el pecado, el don del Espíritu Santo,
un carácter como el de Cristo, sabiduría y fuerza para hacer su
obra, cualquier don que él haya prometido; luego tenemos que creer
para recibir y dar gracias a Dios por lo que hemos recibido.—
La
Educación, 257, 258
.
Las oraciones privadas sustentan la vida del alma
—No ne-
cesitamos buscar una evidencia exterior de la bendición. El don está
en la promesa y podemos emprender nuestro trabajo seguros de que
Dios es capaz de cumplir lo que ha prometido y que el don, que ya
poseemos, se manifestará cuando más lo necesitemos.
Vivir así, dependiendo de la palabra de Dios, significa entregarle
toda la vida. Se experimentará una permanente sensación de necesi-
dad y dependencia, una búsqueda de Dios por parte del corazón. La
oración es una necesidad porque es la vida del alma. La oración en
familia, la oración en público, tienen su lugar, pero es la comunión
secreta con Dios la que sostiene la vida del alma.